El salón de actos del centro penitenciario de A Lama acogió ayer el evento conmemorativo de su patrona, La Merced, que se celebra cada 24 de septiembre en el penal provincial. Un acto litúrgico, la proyección de un vídeo sobre el pasado y el presente de la cárcel en Pontevedra, los discursos de las autoridades y las entregas de condecoraciones pasaron a un segundo plano ante las afirmaciones que efectuó Álvaro Nuevo, director del centro, que aseguró que las sustancias estupefacientes ya no atraviesan sus muros como antaño. Nuevo ensalzó la labor del destacamento de la Guardia Civil allí desplegado y, con la venia de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, condecoró con la medalla de bronce «por su tarea en la lucha contra las drogas» al responsable del citado puesto, el alférez José María González Bodelón. El director destacó «su tarea en la batalla contra las drogas, fiscalización y vigilancia en los accesos al centro».
Novo expuso en su discurso que desde el centro han hecho un especial hincapié «en la lucha contra las drogas, una de las principales causas de ingreso en prisión», y expresó su «especial agradecimiento a la Guardia Civil. Su trabajo permitió abortar varios intentos de introducción de droga en el interior del centro, y no solo eso, sino que disuadió a muchos otros de intentar hacer lo mismo».
Al hilo de lo anterior, el acto sirvió para distinguir la labor del equipo técnico del módulo 8 del centro penitenciario, específico para la desintoxicación y reinserción de los toxicómanos. Ricardo Abeigón recibió la condecoración entre una cerrada ovación.
El evento se inició con la proyección de un vídeo que mostró imágenes de la antigua cárcel de A Parda y las contrapuso con la actual de A Lama, poniendo especial énfasis en los cambios en el método: la implantación de los módulos de convivencia y respeto, cada vez más extendida en el penal provincial, o el modelo de reeducación y reinserción actual frente al del castigo que imperaba antaño.
En cuanto a los discursos, pronunciados por el director de la cárcel y por el subdelegado del Gobierno, Antonio Coello (y dejando a un lado las menciones a la Guardia Civil), Nuevo incidió en la mejora de la convivencia entre las 1.400 personas de 55 nacionalidades que, de media, residen en el penal. «La cárcel debe transformar a los presos. Analizamos con detalle a cada uno para determinar su régimen de vida, esencial en las actividades dirigidas a su reinserción».
El subdelegado incidió en los cambios en la política penitenciaria hacia la reinserción y alabó la tarea de la Guardia Civil antes de dar paso a la entrega de condecoraciones. En ella los protagonistas, además de los ya citados, fueron 13 funcionarios que cumplen 25 años en sus puestos y el jefe de servicio, Nonito García García, también agasajado.
