La inspección de las atracciones de feria costará 800 euros por unidad

PONTEVEDRA. Un subidón de adrenalina en el ‘Disco Loco’ 3,5 euros, un viaje de altura en la noria, tres euros. La seguridad no tiene precio, pero, a todas luces, tampoco resulta gratuita. El Concello se gastará este año 800 euros en la inspección de cada una de las atracciones de feria que se instalen en Pontevedra con motivo de las fiestas. Para O Santiaguiño de O Burgo está confirmada la presencia de 14 aparatos y para las de A Peregrina 29, por lo que el montante supondrá un desembolso de 34.400 euros. El contrato fue adjudicado hoy a la empresa Enmacosa, hasta el año pasado la única de Galicia que se encargaba de pasar revista a las instalaciones mecánicas.

Para el Concello se trata de un gasto más que justificado, teniendo en cuenta que lo que está en juego es la vida de miles de personas que acuden a las fiestas. "É unha cuestión fundamental para garantir a seguridade das persoas", subrayó hoy el concejal de Facenda, Raimundo González.

Por ello, el bipartito promete seguir rascándose el bolsillo todos los años que permanezca al frente de la Alcaldía. Por el momento, las inspecciones han dado sus frutos. Todas las empresas han certificado que cumplen con la ley y no se han registrado incidentes graves relacionados con los carruseles, plataformas giratorias y demás artilugios mecánicos.

Además, ha creado escuela. De ser el único que exigía este tipo de inspecciones, el concello capitalino ha animado a otros ayuntamientos a seguir su ejemplo, algo que también reclamaba la propia adjudicataria, Enmacosa.

Fases de inspección

Las inspecciones comenzarán unos días antes de cada festejo, tan pronto como las atracciones estén ancladas al suelo (Santiaguiño do Burgo se celebrará del 24 al 26 de julio y A Peregrina del 10 al 18 de agosto).

La supervisión consta de dos partes. La primera se basa en la revisión documental y administrativa, en la que se analiza el papeleo obligatorio y se comprueba que los dueños cuentan con una póliza de responsabilidad civil. La segunda etapa consiste en la supervisión a pie de campo de cada una de las atracciones. Los operarios examinan entonces todos los aparatos a conciencia, comprobando que los elementos colgantes, como focos y letreros, están bien sujetos, o que los elementos de protección funcionan correctamente.

Finalmente, los técnicos emiten un informe completo en el que reflejan el estado de la atracción. Hasta la fecha, la mayor parte de las deficiencias detectadas han podido ser subsanadas antes de subir el telón de los festejos. En todo caso, de ocurrir un accidente, el Concello ya habría cumplido su cometido y los gastos serían cubiertos por la compañía de seguros de cada atracción.

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