La Lotería de Navidad deja en Pontevedra casi dos millones de euros en ‘migajas’

PONTEVEDRA. «¡Pedí este café a las once y lo voy a tomar ahora a las 13 horas! ¡Esto es un no parar!», decía Olga, de la administración de Loterías número 2 (en Joaquín Costa) refiriéndose al frenético ritmo con el que trabajaron hoy  todos los despachos de Pontevedra.

Las colas, desde las ocho de la mañana, comenzaron a decrecer a lo largo de la tarde pero, incluso así, muchos loteros vivieron la jornada laboral en una especie de nube que les impidió consultar su lista de números para hacer un recuento exacto de lo repartido en reintegros, pedreas o aproximaciones. «Calculas lo que has dado según vas atendiendo a la gente que se acerca a cobrar, porque parar hoy un segundo para hacer las cuentas exactas es imposible», confesaba Candela, responsable del despacho de Raíña Vitoria.

Décimos premiados

Una de las administraciones con más décimos recompensados es la de Loureiro Crespo, la 7. Su propietaria, Ana, ante los más o menos buenos resultados para los clientes que no esperasen grandes premios, comenzó a hacer cálculos el propio domingo, tras el sorteo. Entre los dos números completos que dio con el reintegro, una serie entera terminada en 89 (los dos últimos dígitos del tercer premio) y un número completo premiado con pedrea, sus sábanas repartieron alrededor de 400.000 euros entre sus compradores.

También los décimos del despacho de la calle Don Gonzalo atrajeron  casi medio millón de euros para sus clientes entre pedreas, terminaciones y aproximaciones. Además, en esta administración vendieron 4.000 décimos terminados en 6. «Pero con los reintegros siempre se cuenta...», comentaba hoy Juan Ignacio, responsable del establecimiento.

De cerca le sigue la administración 4, ubicada en Raíña Vitoria, que vendió a la ‘Peña de la Boina’ el 84117, premiado con una pedrea. «Si a esto sumas varios reintegros que repartimos entre peluquerías y en el bar Carabela, habremos llegado a los 300.000 euros», explicaba Candela, su responsable.

Pilar Lago, del despacho de Cobián Roffignac, tampoco se libró hoy de una gran carga de trabajo... y de pagos. «La ‘bromita’ nos ha salido en 168.000 euros», decía simpática. Y es que su administración repartió, a mayores de las pedreas, dos series completas con reintegro (una de ellas entre el colegio Praza de Barcelos y la librería Paredes y la otra de ellas a medias entre el Casino y el hotel Rías Bajas) y, además, 40 billetes terminados en 12 (como el segundo premio) y otros tantos en 46 (dos últimas cifras del Gordo).

La única administración que abrió el día del sorteo, la de la calle Peregrina, repartió por su parte, solo en reintegros, 60.000 euros. Las pedreas sumarían a esta cantidad, aproximadamente, 50.000 euros. «No es que sea demasiado... pero un señor acaba de llevarse 2.200 euros por una aproximación. Tenía justo el número anterior al del Gordo, pero había comprado el décimo en Covarrubias (Burgos). El día de los cobros es el más bonito», contaba en ventanilla María del Carmen, propietaria del despacho.

Los loteros disfrutan pagando y los clientes aprenden a ‘perdonar’. «Nosotros fuimos los que vendimos décimos en Pontevedra con el número 61246, siendo el Gordo el 62246. Muchos compradores nos dijeron que para acercarse tanto a las cifras premiadas, mejor casi ni acercarse», se lamentaba Olga, de Joaquín Costa.

Algunos jugadores, fastidiados con los resultados de ayer, aún no han reinvertido lo poco ganado en la Lotería de Reyes. «Uno acaba de llevar 1.800 euros y ni un décimo para el Niño nos compró», decía sonriendo Pilar Lago, lotera de Cobián Roffignac.

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