La mujer que murió al caer de un viaducto tras un accidente de coche vivía en Pontevedra

Pontevedra y Silleda, y más concretamente la localidad de A Bandeira, de la que era natural y a la que regresaba en vacaciones y por las fiestas de verano, se vieron consternados ayer por el trágico fallecimiento de Raquel Abades Domínguez, de 41 años de edad, en un accidente fortuito derivado de otro de tráfico, con una mala suerte añadida difícil de digerir.

La silledense residía desde hace tiempo en la ciudad de Pontevedra, donde ya estaba asentada, no tenía hijos y actualmente desempeñaba su profesión de veterinaria en el matadero de Nigrán. Se dirigía a su puesto de trabajo cuando, en la madrugada de ayer miércoles, en torno a las 5.40 horas, se registraba un accidente múltiple, en el que se vio involucrado su coche y otros tres más, en el punto kilométrico 12,500 de la carretera VG-20, ya en el término municipal de Vigo.

Supuestamente, y según informó Protección Civil al Centro de Emerxencias 112, Raquel Abades habría resultado ilesa o herida leve en el percance, pero se dio la circunstancia de que la silledense salió del coche tras sufrir el choque múltiple.

40 METROS DE ALTURA

Desorientada y en un intento de evitar un atropello por parte de otro vehículo, la mujer habría subido a lo que supuso que sería una mediana, pero era el bordillo de un viaducto de 40 metros de altura. La silledense se precipitó al vacío y cayó desde el puente. Era la única ocupante de su turismo.

En los restantes coches hubo que lamentar heridos, pero no de gravedad. Fueron cuatro las personas que tuvieron que ser evacuadas a centros hospitalarios. Uno de los carriles de la VG-20, el de sentido Bouzas, permaneció cortado durante más de una hora porque los vehículos implicados lo invadían.

EL ENTIERRO, HOY

A las 21 horas de ayer, el cadáver de Raquel Abades todavía no había llegado al tanatorio de Silleda, según confirmó la funeraria. La capilla ardiente iba a quedar instalada en la sala número 1, donde permanecerá hasta hoy a las cinco de la tarde. A esa hora, el cortejo fúnebre partirá hacia la aldea natal de la silledense, Lamela, de la que es natural su padre.

La familia de la fallecida es muy conocida en Silleda. Hasta su jubilación los padres de Raquel Abades regentaron una joyería (Joyería Daniel) en la rúa Xeral de A Bandeira. Desde hace unos años, tienen el local alquilado. Les queda otra hija, que reside en Madrid.

Visita de Cuíña. Los padres, en estado de shock

La noticia de la trágica muerte de Raquel Abades, y de las circunstancias que rodearon el accidente, se extendió como la pólvora por A Bandeira a lo largo de la mañana de ayer. El alcalde de Silleda, Manuel Cuíña, que reside en esta localidad trasdezana, visitó a los padres tan pronto como pudo. Los encontró en estado de shock. Ni podían articular palabra ni sabían más que lo que podían leer en Internet sobre la muerte de una de sus dos hijas. La madre tuvo que recibir atención psicológica.

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