La ‘noite meiga’ de San Xoán, con aroma a sardiña, churrasco y sabor a queimada, llegó ayer a todos los lugares del municipio pontevedrés de la mano de colectivos sociales y de particulares.
Además de los tradicionales menús de la noche más mágica del año, no faltaron las hogueras y el humo purificador presente en los rituales en los que se representa, a través del fuego, la lucha del bien contra el mal.
Las carnicerías y los puestos de venta de pescado de la Praza de Abastos tuvieron mucho trabajo durante la mañana. Atendieron la demanda de los compradores de última hora, que adquirieron el kilo de sardinas a un precio que osciló entre los 5 y los 6 euros. El kilo de churrasco se pagó a 4 euros.
El 80 por ciento de las 117 hogueras autorizadas por el Concello fueron solicitadas por particulares, mientras que el 20 por ciento restante de las piras que comenzaron a arder a medianoche fueron preparadas por colectivos vecinales y culturales que durante el año se encargan de la dinamización social de sus respectivos ámbitos territoriales.
Lugares como A Parda, Eduardo Pondal, Estrigueiras, Campolongo Monte Porreiro y Os Praceres fueron el lugar de reunión de numerosas personas que se dieron cita para degustar las típicas sardinas asadas con pan de maíz, que desde hace unos años ‘compiten’ con el churrasco en la noche de San Xoán.
La Asociación de Vecinos Eduardo Pondal invitó a sus miembros a sardinas asadas y chorizos al vino, en una degustación que se desarrolló a las 21.30 horas. Con el estómago lleno plantó fuego a la hoguera, que fue contemplada por numerosas personas que se acercaron a este barrio pontevedrés.
Estrigueiras fue otro de los puntos del casco urbano en el que se reunieron los vecinos para celebrar la fiesta de la llegada del solsticio de verano y, al mismo tiempo, alejar los espíritus malignos.
La nueva Asociación de Vecinos Manuel Quiroga-Pedra do Lagarto se estrenó ayer en la organización de este tipo de encuentro festivogastronómica. La parcela de la antigua finca de La Abundancia fue el punto de encuentro de los residentes en el ámbito geográfico cuyo eje principal es la avenida de Xoán Carlos I.
La Praza dos Praceres fue el lugar elegido por la Asociación de Vecinos Estriceres para la tradicional sardiñada gratuita que reunió a un buen número de comensales.
