PONTEVEDRA. Nibali, Freire, Schleck o ‘Purito’ Rodríguez pedaleaban camino de Lieja para completar la tercera clásica del Tríptico de las Ardenas al mismo tiempo que un millar de pontevedreses iniciaban la cuarta edición de la Pedalada, símbolo de la transición de Pontevedra hacia el modelo de convivencia entre peatones, coches y bicicletas que está llevando a cabo el Concello. Algunos de esos ciclistas profesionales pisarán este verano las mismas calles que ayer recorrían los pontevedreses, que volvieron a demostrar que la bici está cada vez más arraigada entre los vecinos.
La organización preparó un recorrido con claros tintes reivindicativos, en el que los cicloturistas alcanzaron las inmediaciones del complejo industrial de Ence para poner de manifiesto el deseo del gobierno Local de «a rexeneración deste espazo e a conexión peonil e en bici entre Mollavao e Os Praceres». El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, acompañó a los protagonistas de la mañana en el entorno de la avenida de Montero Ríos, punto de inicio y final del recorrido, unos seis kilómetros que, además de la ruta por la avenida de Marín, incluyó un paseo por algunas de las calles más céntricas del casco urbano. El tiempo acompañó lo suficiente y, aunque con prendas de abrigo, la participación fue un éxito.
La mañana, promovida por la concellería de Mobilidade, concluyó con un avituallamiento a base de fruta, galletas y agua que sirvió a los ‘esforzados de la ruta’ para reponer energías.
