La Policía Nacional investiga el robo de unas 6.000 prendas en una franquicia de Pepe Jeans

La Policía Nacional de Pontevedra investiga el robo cometido en la madrugada del domingo por unos desconocidos que desvalijaron la tienda de moda Pepe Jeans, en la céntrica calle Daniel de la Sota. Los autores se apoderaron de unas 6.000 prendas de ropa, según la encargada del establecimiento, cuya cuantía económica aún no se ha valorado.

Aunque en esta tienda no se había producido con anterioridad ningún robo de esta envergadura, salvo hurtos puntuales de menor relevancia, es la cuarta vez que un hecho similar le afecta al propietario del negocio en otros locales que gestiona. Las empleadas descubrieron que la tienda estaba "vacía" cuando, esta mañana se disponían a abrir al público. El establecimiento permaneció cerrado debido a la investigación policial y a la necesidad de realizar un inventario de la mercancía sustraída.

Según el testimonio que aportaron a los agentes, las dependientas desconfían de dos hombres de nacionalidad extranjera que, el pasado viernes, entraron en la tienda. "Miraban hacia abajo sin dejarse ver la cara y no hablaban a pesar de preguntarles en qué se les podía ayudar", explicó la encargada. Se sospecha de la utilización de guantes para la comisión del robo, ante la ausencia de huellas, si bien la Policía Científica volvió a la tienda alertada por las empleadas, al percatarse de que los autores habían utilizado el baño.

Las aproximadamente 6.000 prendas de las que se apropiaron corresponden a los restos de las rebajas estivales, más toda la colección de invierno para la temporada entrante, entre calzado, ropa masculina, femenina e infantil, especialmente prendas de piel cuyo precio de venta al público está por encima de los 200 euros. La encargada de la tienda sostiene que todo ese material, para cuyo transporte los autores del robo debieron utilizar un camión, podría ser revendido en mercadillos de Portugal.

Para acceder a la tienda, los ladrones forzaron la puerta del edificio colindante y se introdujeron en el local a través de una puerta de emergencia que comunica desde dentro. Ya en el interior, además de la ropa y el calzado, se apoderaron de la caja registradora, una caja con dinero en efectivo, una televisión y un disco duro. La encargada precisó que quedaron las perchas y las prendas expuestas en los escaparates, probablemente para que robo no destacase desde el exterior.

Otro de los elementos a los que recurrirán los investigadores serán las grabaciones de las cámaras de seguridad de los diferentes bancos que se sitúan alrededor de la tienda, donde también se había instalado una cámara que los autores del robo dejaron enfocando hacia el techo para que no se registraran sus movimientos. La dependienta se quejó de la proliferación de robos importantes y recientes en diversos establecimientos céntricos de la ciudad.

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