La Policía Nacional llevará a cabo una nueva batida en el río Lérez para buscar a Sonia Iglesias

La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional ha programado para mañana, miércoles, otra batida para tratar de localizar a Sonia Iglesias Eirín, la mujer pontevedresa desaparecida hace seis días, dado que los rastreos que se han ido efectuando en las últimas horas no han aportado novedades a la investigación.

Por tierra, mar y aire se busca a esta mujer, especialmente en el entorno de las marismas del Río Lérez y en las propias inmediaciones del poblado chabolista de O Vao, donde apareció la cartera con la documentación de la desaparecida.

Junto a la Policía Nacional, durante esta jornada se han sumado al dispositivo de búsqueda efectivos de la Guardia Civil, la Policía Local, voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de Pontevedra y una brigada especializada procedente de la Comisaría Central de Madrid. Las labores se centraron en la zona de la Xunqueira de Alba, con un despliegue que incluyó el apoyo aéreo del helicóptero 'Ángel' de la Policía Nacional.

Además, el río Lérez fue recorrido desde las 17.00 horas con zodiacs y motos acuáticas. Según ha explicado uno de los responsables de Protección Civil, Francisco Barral, "en primer lugar se remontó el cauce del río vigilando con especial atención las orillas, una labor en la que la moto acuática resulta más eficaz".

Con la bajamar, la inspección del Lérez se centró en el tramo más urbano. "Llegamos con la zodiac hasta la isla de Tambo, en la ría de Pontevedra", ha precisado este portavoz.

CRECE EL PESIMISMO

Mañana se cumplirá la primera semana de la extraña desaparición de Sonia Iglesias Eirín y en su entorno familiar crece el pesimismo. La última vez que vieron a Sonia sus allegados fue el pasado miércoles sobre las 10.30 horas, cuando acudió a la Zapatería Vila, en la calle de la Oliva a hacer un recado. Llevaba puesto un vestido de color lila.

El propietario del establecimiento aseguró que no haber apreciado en Sonia, que era una clienta habitual, un comportamiento inusual. "No la noté nerviosa, se comportó como siempre", afirmó el zapatero.

Por su parte, el compañero sentimental de Sonia, Julio Araújo declinó realizar cualquier tipo de declaración aconsejado por su familia, "para no alimentar la rumorología, o informaciones falsas que únicamente contribuyen a agudizar el daño".

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