La Concellería de Medio Ambiente Urbano comenzará durante la jornada de este miércoles los trabajos de reparación del puente de la avenida de Vigo. Se trata de reparar los destrozos causados por un vehÌculo pesado (hace ya algún tiempo) en la parte inferior de la estructura que conecta las calles Augusto García Sánchez con Eduardo Pondal. La demora en la reparación se debió, según informó este martes el Concello de Pontevedra a través de un comunicado de prensa, a trámites de carácter interno entre las aseguradoras del Gobierno local y la del automóvil que causó el daño.
Los trabajos consistirán en la retirada de los elementos dañados y en la colocación de una nueva estructura más resistente que pueda frenar el paso de vehículos pesados con mayor gálibo del aconsejado. También se repondrá todo el sistema de iluminación y sonoro del puente.
La reparación dará comienzo a primera hora de la mañana y está previsto que dure dos días. Dado que es una zona de bastante tráfico de vehículos y dado que será preciso hacer cortes puntuales para trabajar en el centro del puente, la Policía Local de Pontevedra fijó un dispositivo para tratar de afectar lo menos posible al tránsito de automóvil.
Los cortes puntuales se producirán entre las 10.00 y las 12.00 horas y las 16.00 y las 18.00 horas, espacios de tiempo en los que el tráfico no es tan intenso en la zona. En estos tramos se dejará un solo carril de circulación desde Eduardo Pondal hasta la Plaza de Galicia.
El sentido inverso será cerrado, por lo que los agentes municipales propusieron dos posibilidades para acceder al este de la ciudad: o por Alcalde Hevia y Leiras Pulpeiro hacia avenida de Vigo o bien por Iglesias Vilarelle hacia Fernández Ladreda.
No es la primera vez que vehículos con una altura que sobrepasa el límite permitido para circular por debajo de la ponte de la avenida de Vigo ocasionan desperfectos en la estructura. En todos los casos fueron despistes, si bien la zona cuenta con una perfecta señalización que alerta, metros antes de la infraestructura, de la imposibilidad de acceder con determinado tipo de altura.
Otro de los puntos calientes en este sentido en el ayuntamiento de Pontevedra es la del puente de Alba. En numerosas ocasiones se produjeron accidentes en esta estructura sobre la que pasa el tren. La instalación de un control de gálibo arregló definitivamente los problemas ocasionados por el impacto de varios vehículos en los últimos años. Uno de ellos llegó a dañar parcialmente el puente.
