La ría inunda parte de la avenida de Marín

Corte de tráfico en la avenida de Marín, ayer por la mañana. rafa fariña
photo_camera Corte de tráfico en la avenida de Marín, ayer por la mañana. rafa fariña

PONTEVEDRA. La combinación del temporal con la pleamar y el intenso oleaje y el viento provocaron ayer la inundación de una parte de la avenida de Marín. La Guardia Civil de Tráfico se vio obligada a cortar al tráfico los dos carriles de la carretera en dirección a Pontevedra e incluso el de entrada hacia Marín. Las balsas de agua interrumpieron la circulación durante más de cinco horas, entre las 6.00 y las 11.25 horas.

La circulación se restableció gracias a la intervención de los Bomberos, que achicaron agua durante algo más de tres horas, desde las 8.30 horas, momento en el que recibieron la llamada de alerta. Los funcionarios del servicio tuvieron que utilizar dos motobombas para liberar el agua que se había estancado en la avenida de Marín.

La Policía Local de Pontevedra participó también en este dispositivo controlando el tráfico en los accesos para evitar posibles atascos. De hecho, el cuerpo municipal aconseja a los usuarios de este vial que extremen las precauciones durante las próximas horas, sobre todo durante las horas que dure la pleamar. El motivo reside en el nuevo frente previsto en la víspera de Reyes, que podría ocasionar complicaciones en la PO-11 debido al viento y el fuerte oleaje. No se descarta que la carretera pueda inundarse de nuevo como consecuencia del temporal.

Los funcionarios del servicio de extinción de incendios atendieron también otras emergencias en todo el municipio. «Llevamos en alerta durante los primeros días del año, porque las condiciones meteorológicas son adversas. A pesar de que se han producido múltiples intervenciones, ninguna ha provocado daños personales», explicaron ayer miembros del parque de Bomberos de Pontevedra.

El movimiento de sedimentos podría afectar al calado del Lérez

La lluvia registrada durante los últimos días podrían tener consecuencias en el suelo fluvial del Lérez. El movimiento de sedimentos podrían consolidarse en el cauce del río y provocar complicaciones por falta de calado. El Club Naval de Pontevedra ha reclamado en varias ocasiones que se drague el río para evitar que las más de un centenar de embarcaciones situadas en el puerto deportivo toquen fondo cada vez que baja la marea. Esta situación provoca desperfectos en las lanchas e impide la ampliación de los amarres en la instalación.

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