La segunda fase de obras obliga a una nueva reordenación del tráfico en el nudo de O Pino

Un año después del inicio de la reforma del nudo de O Pino, en Pontevedra, la obra entra en una segunda fase que obliga a una nueva reordenación del tráfico, para hacer lo más fácil posible la circulación en esa zona por donde transitan cada día unos 55.000 vehículos.

Este lunes en una reunión en la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, a la que acudieron técnicos de Fomento, Guardia Civil, Policía Local y Ayuntamiento, se concretó ese plan que previsiblemente estará operativo en un par de semanas.

Básicamente se trata de demoler el paso actual sobre la carretera N-550 y ejecutar un nuevo ramal desde la rotonda Sur en dirección a Marcón, según ha concretado el director de la obra, Federico Saldaña.

De este modo, la rotonda que conectaba la circunvalación de la autopista AP-9 (la PO-10) con la PO-542 hacia O Marco ya ha sido anulada, de modo que el tránsito rodado por la zona ha experimentado variaciones.

La diferencia, por tanto, es que ''no se podrá pasar por arriba como hasta ahora, sino que habrá que bajar y subir a la glorieta tanto en uno como en otro sentido'', ha comentado el subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández.

REFORMA PROVISIONAL

Una vez que dentro de un par de semanas entre en servicio esta nueva reforma provisional, ya se mantendrá hasta el final de los trabajos, previsto para octubre de 2012, tras una inversión de ocho millones de euros en la obra en sí, más cuatro millones para expropiaciones y asistencias técnicas.

Asciende a doce millones de euros, por tanto, la inversión para una obra de la que ha presumido el subdelegado del Gobierno por la transformación que supone de una zona conflictiva para el tráfico rodado, aunque, según Delfín Fernández ,las complicaciones fueron menos de las esperadas porque en cada momento se adoptaron las medidas oportunas.

El Ministerio de Fomento, promotor del proyecto, y la empresa OCA, adjudicataria de las obras, llevan un año de trabajo en esta reforma que, una vez que concluya, dejará la conexión de la N-550 y la PO-10 mediante dos glorietas al mismo nivel, si bien se mantiene el paso superior de continuación hacia O Marco, además de que se habilitarán itinerarios peatonales ahora inexistentes.

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