La tasa de paro se reduce seis décimas y deja la ciudad con 10.500 desempleados

Interior de la oficina del Servizo Público de Emprego en la calle Eduardo Pondal. rafa fariña
photo_camera Interior de la oficina del Servizo Público de Emprego en la calle Eduardo Pondal. rafa fariña

Uno de cada cuatro pontevedreses en edad de trabajar no encuentra un hueco en el actual mercado laboral. Esta es una de las conclusiones que se desprenden del último informe de la Encuesta de Población Activa (EPA), que refleja que Pontevedra cerró el tercer trimestre del año con una tasa de paro del 25,8 por ciento, seis décimas menos que durante el mismo período de 2013. La estadística convierte a la ciudad del Lérez en la segunda urbe gallega con más personas mayores de 16 años sin empleo, solo superada por Ferrol, en la que el porcentaje de parados se ha disparado y afecta ya al 30% de su población.

A pesar de la leve mejora del mercado de las contrataciones durante el verano, Pontevedra sigue manteniendo su tasa de paro por encima del 20 por ciento, un techo que no se rebaja desde principios de 2013. Además, el nivel actual de desocupados es uno de los peores desde que existen registros y solo se ha superado en dos ocasiones. La primera en el tercer trimestre del año pasado, cuando se situó en un 26,4 por ciento, y la segunda al cierre de ese mismo ejercicio, período en el que se alcanzó el récord en vigor: un 27,7 por ciento.

El panorama que dibuja la EPA, cuyos resultados «deben tomarse con precaución porque poden estar afectados por elevados erros de mostraxe» (como reconoce el Instituto Galego de Estatística), es visto con preocupación por los sindicatos. Las organizaciones comarcales vaticinan peores resultados que los contabilizados durante el período estival en el futuro y los atribuyen a los recortes del Gobierno central en el sector público. «As políticas que se están a levar a cabo supoñen, á fin, unha diminución do consumo. Non se están a realizar contratacións en servizos como a sanidade e a educación e iso ten unha repercusión directa na economía local», asegura el secretario comarcal de UGT, Ramón Vidal Trillo.

El informe de la EPA refleja que el sector servicios sigue tirando del carro del mercado laboral de Pontevedra al sumar 25.300 trabajadores, lo que supone el 83,7 por ciento del total. El resto de la población ocupada se divide en la industria, que empleó a 2.600 personas, la construcción, con 2.200, y la agricultura y la pesca, que dieron trabajo a un centenar de pontevedreses.

«Temos unha gran dependecia do sector servizos e iso estase a pagar en Pontevedra. Estamos instalados na derrota e non podemos quedar cos brazos cruzados», advirtió Vidal Trillo, que instó a alcanzar acuerdos políticos comunes que se apliquen independientemente de quién gobierne y que trasciendan mandatos municipales, provinciales, autonómicos o estatales. «Cada vez son máis os fogares sen preceptores de axudas. Hai que establecer políticas para darlle soporte ós parados de longa duración, pero non dentro do panorama de beneficencia, como o que está agora instalado neste tipo de achegas», añade el sindicalista.

Asalariados

La estadística de la EPA muestra, por otra parte, un incremento del número de asalariados en Pontevedra, que pasó de 24.600 en el tercer trimestre de 2013 a 25.200 en el mismo período del presente ejercicio. Aunque la evolución parece positiva, lo cierto es que el dato esconde una preocupante tendencia: el aumento de los contratos temporales, que pasaron de 4.700 a 6.200 en el citado período, y la reducción de los de carácter indefinido, que disminuyeron de 19.900 a 19.000.

Tanto UGT como la CIG hablan ya de «pobreza laboral» para referirse a las personas que en la actualidad acceden al mercado del trabajo en situaciones cada vez más precarias. «Hai xente á que non lle basta con ter un traballo para sobrevivir. E o principal motivo son os salarios misérrimos que permite a reforma laboral e o aproveitamento que algúns empresarios tiran de actual situación para obter máis beneficios apretando ó obreiro», denuncia el líder ugetista, que avisa de que «este inverno haberá familias que non poidan pagar nin sequera a calefacción, que é outra forma de pobreza, a enerxética».

Para el secretario comarcal de la CIG, Marcos Conde, la precariedad instalada en el mercado laboral esta esquilmando el futuro de los jóvenes. «Pódese falar de novos pobres. Pero tamén temos que falar de licenciados que non chegan a ser mileuristas ou do abuso dos becarios», añade el sindicalista, que culpa a la Administración de inacción ante esta situación. «A CIG presentou cen medidas para crear emprego de calidade que foron rexeitadas pola maioría do Parlamento galego», recuerda.

El CES

Los sindicatos advierten, además, de que el impago de nóminas por parte de algunas empresas de sectores en crisis se está cronificando en la comarca.

La situación sociolaboral de Pontevedra podría abordarse el próximo mes de noviembre en la reunión del Consello Económico e Social (CES), en el que están representadas las fuerzas vivas.

Louzán critica que se quiera echar a firmas como Ence sin dar alternativas

El presidente provincial, Rafael Louzán, evaluó como «moi positivos» los datos de la EPA a nivel autonómico y comarcal, ya que, si bien «estamos nunhas cifras que non son as que o país pode manter, todo o que sexa unha redución é benvido». No obstante, en lo que se refiere a la ciudad, el mandatario de la Deputación criticó la gestión del Gobierno local, asegurando que «non se ve a aposta de Pontevedra por xerar emprego e oportunidades».

En clara referencia a la situación de Ence, Louzán lamentó que «algúns estean tentando que empresas do contorno non queden aquí», en lugar de poner en marcha «novos espazos para o emprendemento». En este sentido, destacó las políticas de apoyo al empleo y la industria que está impulsando la Deputación, con iniciativas como la oferta de 66 parcelas sacada al mercado en el polígono de Barro-Meis. «Nós estamos achegando o noso gran de area -subrayó- para xerar oportunidades. Outros moito critican e se adican a dicir que as empresas non poden estar aí, pero habería que preguntarlles que van facer».

A su modo de ver, los datos reflejan «unhas perspectivas moi optimistas a curto e medio prazo», pero «queda por diante un longo percorrido, xa que vimos dun momento moi complicado».

Las diferencias entre los datos de la EPA y los del antiguo Inem

¿Por qué los datos de la EPA nunca coinciden con los del paro registrado en las oficinas del Servizo Público de Emprego (el antiguo Inem)? Uno de los principales motivos reside en que no todas las personas sin un puesto de trabajo tienen por qué estar inscritas en el antiguo Inem si no son beneficiarias de prestaciones u otras ayudas. Además, la EPA es una encuesta que abarca un espectro de población mayor, a partir de 16 años, y utiliza criterios de medición distintos a los de los registros públicos.

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