La varicela repunta en Pontevedra y afecta al doble de personas que hace un año

Medicamentos y productos farmacéuticos que ayudan a tratar la varicela. (Foto: Rafa Fariña)
photo_camera Medicamentos y productos farmacéuticos que ayudan a tratar la varicela. (Foto: Rafa Fariña)

La varicela, una de las infecciones virales más comunes entre la población infantil, está teniendo este año un repunte a nivel de la provincia que también afecta a muchos pequeños de la ciudad capitalina.

Según los datos oficiales de la Consellería de Sanidade, en los primeros seis meses de 2014 (hasta el 8 de junio) se notificaron 2.153 casos de varicela, frente a los 1.222 que se registraron el año pasado durante el mismo intervalo. Ello implica una subida de la incidencia del 98,5% o, lo que es lo mismo, que la enfermedad afecta a casi el doble de personas que en 2013.

La expansión del virus explica buena parte de las faltas de asistencia que están teniendo lugar en varios centros escolares del municipio como, por ejemplo, en el Manuel Vidal Portela. Su director, Arsenio Núñez, confirma la existencia de «un brote importante de niños afectados», sobre todo en la etapa de Infantil, que cursan alumnos de entre tres y seis años. «Todos los años solemos tener casos, pero este curso, desde hace unos dos meses, estamos teniendo más niños enfermos de lo habitual», añade el director.

En otros centros también se ha percibido una reducción de alumnos motivada por esta enfermedad, aunque, según Sanidade, no existen motivos para encender las alarmas. El departamento de Epidemioloxía del Sergas asevera que el incremento de casos entra dentro del comportamiento normal de la enfermedad, que presenta «ondas cíclicas multianuales» y tiene un predominio estacional «a finales de invierno y primavera».

Como prueba recuerda que en el mismo período de 2012 fueron verificados 2.547 casos y que este brote aparente coincide con la temporada primaveral. De hecho, advierte que se espera el pico máximo de afección en este mes de junio, antes de que comience el verano.

Vacunas

El personal sanitario de la Consellería puntualiza que la varicela es una «enfermedad muy contagiosa», que presenta una alta incidencia y es típica de la infancia, «por lo general de carácter benigno». Por norma general, solo presenta «complicaciones graves» cuando afecta a recién nacidos y personas adultas.

Su principal síntoma es la aparición de un sarpullido por todo el cuerpo, que suele ir precedido por dolor de cabeza, fiebre o malestar en el estómago. Las ampollas surgen a los diez o incluso 20 días después de haber contraído la enfermedad y su curación requiere de cuidados y mucha paciencia.

El tratamiento incluye desde recomendaciones básicas, como evitar rascarse y utilizar ropa suave y suelta, hasta la aplicación de medicamentos paliativos, como cremas antivirales y polvos de talco. El problema es la incertidumbre que ha despertado la retirada de las farmacias de la vacuna Varivax, un inmunizante administrado a un buen número de generaciones que ha pasado a la historia sin previo aviso ni muchas explicaciones.

La eclosión de la enfermedad reaviva las críticas que recibió la supresión del fármaco, bloqueado en octubre de 2013 por la Agencia Española de Medicamentos en base a las directrices del Ministerio de Sanidad. Muchos padres temen desproteger a sus hijos, mientras que otros se preguntan si la medida propiciará un repunte de la varicela.

Los expertos del Sergas niegan la mayor y subrayan que la vacunación frente a la varicela no está recomendada en la infancia desde 2005, momento en el que el suministro pasó a ser voluntario.

Entre ese año y 2013, los particulares interesados podían adquirir la vacuna en las farmacias y administrarla a sus hijos en dos dosis: una a los doce o quince meses y una segunda (aprobada en 2007) cuando el niño tenía tres o cuatro años. Su coste ascendía a 79 euros cada una.

En la mayor parte de los casos la aplicación era previamente aconsejada por un pediatra y, a día de hoy, todavía hay muchos expertos que reclaman su mantenimiento. Entre ellos, el presidente de la Asociación Española de Vacunología, José María Bayas, que trasladó a este periódico otras alternativas como, por ejemplo, la campaña de vacunación desarrollada en Navarra, «donde se redujo la incidencia de la enfermedad un 95% vacunando a todos los niños durante el primer año de vida».

Motivos del bloqueo

Desde que dejó de estar recomendada para la época infantil, el Sergas tan solo suministra la vacuna a los niños de doce años que no estén protegidos o no han sufrido la enfermedad, así como a determinados perfiles de riesgo. Su aplicación está «financiada por el sistema público de salud y no hay ningún problema en el suministro», destacan los responsables de Epidemioloxía.

Las mismas fuentes explican que el bloqueo de la vacuna se debe a que la infección natural por el virus durante la primera infancia «produce una inmunidad que dura toda la vida». Por el contrario, la vacuna tradicional «induce una protección limitada», y lo que es más grave, «puede desplazar la aparición de la varicela a la edad adulta», donde la dolencia se complica y puede tener efectos más graves.

Además, apuntan que «pocos países europeos» tienen programada la vacuna en edades infantiles, y que la mayoría no la tienen, como Francia, Gran Bretaña, Suecia, Noruega o Suiza.

Portugal agota las vacunas

El bloqueo de la vacuna de la varicela, Varivax, en las farmacias, empujó a muchas familias pontevedresas a adquirir el fármaco en Portugal. Sin embargo, la demanda, unida a problemas de suministro con el laboratorio, ha propiciado el desabastecimiento del medicamento en el país vecino, donde se han acabado las dosis. Así lo confirmaron varias boticas de Valença que, por otro lado, ratificaron la constante visita de gallegos para comprar la vacuna. El único inmunizante que tienen a la venta es Varilix, de uso hospitalario y disponible en los hospitales de Pontevedra.

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