La jornada se antojaba complicada, pero finalmente los viticultores pudieron iniciar este lunes la vendimia en la subzona Val do Salnés. Sin embargo, durante este martes y miércoles se verán obligados a realizar un parón ante la llegada de un temporal.
Las fuertes lluvias que se registraron durante la madrugada de ayer provocaron que el suelo estuviera bastante mojado cuando los recolectores se pusieron manos a la obra en la zona, lo que retrasó la entrega de la uva unas tres horas en comparación con otros años.
«Ao comezar máis tarde que outras veces, había moitas ganas de rematar a faena canto antes, polo que a xente aproveitou bastante as horas», explicó Diego García, de Adega e viñedos Paco & Lola. Según destacó este viticultor, en la primera jornada se recogieron cerca de 280.000 kilos de uva que, tal y como aseguró, «chegou en moi bo estado, algo que non esperabamos tras as intensas choivas que se rexistraron».
García señaló que el estado sanitario de las parcelas era muy bueno y que «aquelas zonas que máis se poderían ver afectadas pola auga xa intentamos deixalas limpas hoxe, porque eran as máis urxentes. Sempre que chove pode afectar á uva, pero este ano, para a nosa sorpresa, está en moi boas condicións».
previsiones. En el caso de Adega e viñedos Paco & Lola, que recoge uva de la DO Rías Baixas, la vendimia dura entre ocho y diez días, recogiéndose cada uno de ellos entre 270.000 y los 280.000 kilos de uva, aunque esta cifra puede variar, «xa que algún viticultor pode recoller menos que outros», apuntó Diego García.
Los viticultores confían en que el parón no se prolonge más allá del jueves y que luego la vendimia no se vuelva a ver interrumpida por el mal tiempo. En total, los recolectores esperan alcanzar los 2.200.000 o 2.400.000 kilos de uva vendimiada, cantidad que superaría en volumen de la campaña del 2014, pues tan solo se alcanzaron 1,5 millones.
Diego García indicó que estos datos son similares a los registrados durante la campaña del 2013 e incluso cuentan con que se podría llegar a superar sensiblemente las cifras de ese ejercicio, que sin duda fueron muy buenas.
De lo que no hay duda es de que este año los racimos ganaron calidad. Así, el viticultor de Adega e viñedos Paco & Lola afirma que «polo que puidemos comprobar até o de agora, o certo é que este ano a uva é de mellor calidade».
La recogida de uva se tuvo que adelantar una semana en comparación con el año anterior. Sin embargo, se podría haber hecho antes, pero las lluvias del mes de agosto frenaron el proceso de maduración de la uva, lo que obliga a los viticultores a mantenerla en la vid durante algunos unos días más.
La falta de sol durante el pasado mes ha rebajado los niveles de acidez, pero algunos profesionales del sector alertaron hace unos días de que en algunas zonas empezaban a aparecer leves síntomas de botritis, un tipo de hongo que puede llegar a estropear la uva.
A pesar del mal tiempo, Unións Agrarias apuntó que se espera alcanzar una cosecha «bastante boa» y superior a la del año pasado, en la que se alcanzaron más de 24 millones de kilos de uva.
Todo parece indicar que este año se superará con creces el volumen y la calidad de las campañas anteriores
