En cuestión de días, el viejo Estadio Municipal de Pasarón será sólo un recuerdo. La demolición de la grada de Preferencia, que dio comienzo ayer, es el último paso para concluir una obra que comenzó en julio del año 2006 y que se ha ejecutado en paralelo a los campeonatos disputados por el Pontevedra Club de Fútbol.
Alrededor de siete operarios de la empresa Oreco, la firma adjudicataria de los trabajos, dieron comienzo a las tareas de desmontaje de las instalaciones, las más altas del antiguo recinto deportivo. Su dimensión no conlleva, sin embargo, diferencias con respecto a las labores ejecutadas en los casos anteriores. Así lo explicó el ingeniero jefe de las obras, Miguel Escobero, que detalló que la retirada de la uralita es uno de los trabajos más especiales del desmontaje. "En ese momento es preciso tomar ciertas medidas especiales porque tiene amianto, que es contaminante", indicó Escobero.
La retirada de estos paneles se ejecuta manualmente hasta la intervención de un camión grúa, que se encarga del traslado de este material. La retirada de la uralita se prolongará durante una semana y dará paso a la entrada de maquinaria que se encargará de la demolición mediante métodos de derribo.
Los escombros serán transportados al polígono industrial de O Campiño, donde existe una planta de depósito de restos de obras. Durante unas tres semanas, los operarios se encargarán de la rotura de la grada que se mantuvo en pie hasta el partido del domingo, entre el Pontevedra y el Bilbao Athlétic.
Alrededor de 1.500 personas disfrutaron de la victoria de los granates desde la grada que desde ayer está inutilizada.
