Rosario F., viuda de Alfonso Gómez, el hombre que perdió la vida a manos de su hermano en septiembre de 2012 en Vilagarcía, ha negado hoy que su marido portara una navaja en el momento en el que se produjo la fatal pelea.
Una versión que contradice a la de su suegra y madre de víctima y acusado, Carmen L.C., que ha asegurado que su hijo pequeño salió de la casa que compartían con el arma blanca en la mano.
La mujer, de avanzada edad, ha dicho no recordar nada de lo que había declarado en el juzgado el día después del crimen, y ha llegado a asegurar que su hijo Santiago Gómez no roció con un aerosol de pimienta a su hermano Alfonso, tal y como reconoció el propio acusado ayer en la primera jornada del juicio.
En cambio, Carmen L.C. ha rememorado que la víctima llevaba la navaja abierta en el momento en el que salió de casa en dirección a la huerta de su hermano, donde se produjo la pelea, y que "se había metido con Santi" momentos antes.
La viuda de Alfonso Gómez ha declarado que su marido no era un hombre violento y que no solía beber, un extremo que han ratificado sus hijas, que han acusado a su tío Santiago de ser "frío" y "vengativo".
El juicio con tribunal del jurado proseguirá mañana en la sección segunda de la Audiencia de Pontevedra con declaraciones de expertos y más testigos.
Santiago Gómez se enfrenta a penas que oscilan entre los 20 años de prisión que pide la acusación particular por un delito de asesinato, y los 10 años de la Fiscalía por uno de homicidio.
El acusado se declaró responsable por la muerte de su hermano, al que presuntamente disparó en una pierna con una escopeta de perdigones que usaba para cazar tras una agria discusión, seccionándole la arteria femoral, lo que le provocó la muerte por desangrado.
En la primera sesión de la vista oral, alegó que nunca quiso "apretar el gatillo".
Santiago Gómez afirmó que roció a su hermano con un aerosol de pimienta que portaba desde hacía meses por miedo a que su familiar, a quien acusó de problemas con la bebida y de un comportamiento violento con él y con su propia mujer e hijas, le cortase el cuello.
