La Xunta de Galicia ha paralizado la ampliación del colector del Gafos, acordada en su día con el Concello de Pontevedra para resolver los problemas de saneamiento del río. Ambas administraciones consideraron entonces que el diámetro de la instalación era insuficiente para recoger las aguas residuales de las parroquias de Tomeza, Marcón (polígono industrial de O Campiño incluido) y parte de Salcedo, Vilaboa y de la propia ciudad. Las previsiones autonómicas han dado, sin embargo, un giro de 360 grados que ayer se puso de manifiesto durante la celebración de una comisión de seguimiento del convenio que las dos instituciones firmaron en 2010 para sanear el rural pontevedrés.
La Xunta sostiene que la ampliación del colector del Gafos no solucionará los vertidos que se registran en el río y, por este motivo, acaba de proponer al Concello un nuevo estudio para dimensionar la capacidad de esta instalación. La intención de Augas de Galicia, el organismo competente en la materia, es redactar de forma inmediata un plan de saneamiento debido a los problemas técnicos detectados, que ayer explicó el presidente de la entidad, Francisco Menéndez, en una rueda de prensa convocada de forma urgente en Pontevedra tras el encuentro mantenido entre Concello y Xunta en Santiago.
''Cambiar o colector por un máis grande o único que serviría é para trasladar o problema río abaixo e que o verquido se producira noutro lugar'', explicó Menéndez. Su afirmación se basa en las mediciones de caudal realizadas durante los días de lluvia en las que se constató que «o caudal no colector aumenta entre cinco e sete veces cando chove mentres que é moi estable cando non chove». De este modo, los técnicos determinan que es más acusada la cantidad de agua recibida de la lluvia que las filtraciones procedentes del río.
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