''La zona vieja es volver al pasado''

Excepto cinco años de su infancia, el presidente del Casino Mercantil, Roberto Vega, vivió siempre en Pontevedra, una ciudad que para él apenas ha cambiado. «Yo la veo como estaba, solo que más bonita en el ámbito peatonal». Lo único que cambiaría, si pudiera, es el acceso: añadiría una circunvalación para evitar atascos

Nació en el sanatorio de Santa María y se considera a sí mismo como un «pontevedrés de toda la vida». Como tal, Roberto Vega siente un especial apego por la zona antigua de la ciudad, empezando por la Praza do Teucro, lugar emblemático como pocos. Más aún, destaca varias plazas: A Pedreira, Curros Enríquez... hasta aquí precisamente llegamos, y señala la calle Don Gonzalo, «con ese puentecito que va hasta el Mercado. Es una zona que me gusta porque puedes pasear, algo imposible antes porque estaba abierta a la circulación de coches».

Precisamente si algo caracteriza a la ciudad del Lérez es la peatonalización, con la que se muestra de acuerdo. «Da unas posibilidades que no tienen otros lugares: ahora mismo se puede recorrer andando de una punta a la otra sin necesidad de coger el coche. En ese sentido, me parece que es una ciudad modelo».

De hecho, cuando tiene tiempo le gusta caminar desde el Club Náutico hacia la avenida de Marín, casi hasta Monte Porreiro. «Se puede pasear, se puede andar en bicicleta. Por eso estoy a favor, porque a la gente de a pie le da muchas posibilidades, aunque quizá no sea así para los que tengan un negocio».

Aunque conoce muchos lugares, la mayor parte de su vida la pasó en Pontevedra, excepto cinco años en Valencia y Menorca cuando era niño, ya que su padre, militar, fue destinado allí. Guarda muy buenos recuerdos de aquella época pero no se plantea vivir en otro lugar, y menos aún desde que comenzó como presidente del Mercantil.

Hace casi tres años que ocupa el cargo. Llegó a la directiva, con otros compañeros, en un momento en el que la organización «estaba un poco desmotivada. Veíamos que una entidad que fue en su momento muy importante para Pontevedra se acababa. Entonces fue cuando decidimos retomarlo y darle otra vida, intentamos sacarlo hacia delante a base de esfuerzo y mucho trabajo de toda la directiva, tanto en lo cultural como en lo deportivo».

NUEVOS AIRES

La renovación pasó por mejorar su imagen a varios niveles. Abrieron sus puertas no solo a los socios sino «a los pontevedreses que quieran visitarnos, que quieran aprovechar los eventos que hacemos para que disfruten de ellos, gracias a que tenemos ahora unas instalaciones enormes que podemos utilizar para eso». Precisamente el de sus instalaciones es otro de los aspectos en los que Vega ha puesto más empeño. Se llegó a un acuerdo con el Concello y con la Deputación. «Nuestra idea es seguir en esta línea, para que seguir siendo un referente a nivel Pontevedra».

Su finalidad era dar una imagen que se había perdido para conseguir frenar la pérdida de socios, un goteo constante en aquellos años. Hasta el momento, parece que el objetivo está cumplido. El Mercantil, a punto de cumplir 85 años de historia, cuenta con 900 socios, lo que supone que unas 3.000 personas están vinculadas (ya que cada socio ‘de número’ puede traer a su familia). «El logro más importante es conseguir que los socios se encuentren a gusto. Antes había muchas bajas al no haber actividades, por lo que perdíamos muchos socios. Desde que estamos nosotros esa huida se ha parado y están ahí con nosotros al pie del cañón».

Sanearon las cuentas, para no tener más deudas que la inevitable hipoteca. Ahora no tratan solo de mantener estable el número de asociados (y por tanto, sus ingresos) sino de atraer a un perfil más joven. «Sobre todo con esto del deporte: mucha gente se está aficionando al tenis, a natación y al pádel».

Pese a toda renovación, Vega no pierde de vista la tradición que supone una institución como el Casino Mercantil. «Mucha gente fue socia en algún momento de su vida. Los tiempos pasan: antes no había discotecas y esto era una sociedad en la que generabas bailes donde se juntaba toda la gente, así que el Mercantil siempre tuvo un nombre importante como sitio de ocio, un lugar donde pasar un día o una semana con tu familia o tus amigos en la piscina».

RECUERDOS DEL PASADO

Para Roberto Vega, volver a la zona vieja de Pontevedra es volver al pasado. «Te vienen muchos recuerdos a la cabeza de cuando eras un niño e ibas corriendo por los jardines y plazuelas sin peligro ninguno. Con ocho años estábamos todos en la calle, ahora es diferente porque tienes que estar muy pendiente de tus hijos».

El aspecto de la ciudad sigue siendo el mismo. «Yo a Pontevedra la veo como estaba, solo que más bonita en el ámbito peatonal», señala el presidente del Mercantil. De hecho, tan a gusto está que no cambiaría casi nada. «Ahora está muy bien.. quizá debería cambiar el tráfico exterior, haciendo una pequeña circunvalación donde se pueda circular sin atascos para llegar a los puntos de entrada y poder aparcar».

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