PONTEVEDRA. La ciudad de Pontevedra ha perdido en el último lustro más de 155 millones de euros en obras que la crisis u otros proyectos han dejado definitivamente en el cajón. La ampliación de Montecelo, la construcción de un nuevo centro de formación Carlos Oroza, el colegio de Valdecorvos o el complejo lúdico-deportivo de A Parda son algunos de estos ejemplos.
El Concello culpa de estas desinversiones a la promotora de estas iniciativas: la Xunta de Galicia. «Aquí o que hai é unha descapitaliación clara que comezou en Montecelo e seguiu con outras obras. Non se quere investir en Pontevedra», recriminó ayer el concejal de Educación e Deportes, Agustín Fernández.
Las declaraciones del edil socialista se produjeron en el marco de una rueda de prensa en la que denunció la paralización de la construcción del nuevo instituto Carlos Oroza, que el Gobierno gallego tenía previsto levantar en una parcela cedida por el Concello en A Parda.
Fernández sostiene que el actual centro de Mourente, en el que se imparten clases de hostelería, tiene problemas de accesibilidad y precisa más espacio para satisfacer la demanda de estudiantes que quieren mejorar su formación en el sector servicios. El responsable municipal tiene dudas también sobre la anunciada ampliación del actual inmueble y, por este motivo, el PSOE solicitará la comparecencia del conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, para que dé cuenta de las características y el presupuesto del citado proyecto.
«Non hai nada orzamentado. É todo unha cortina de fume», asegura el concejal, que mantiene que el dinero que supuestamente costaría la ampliación de la actual infraestructura (unos seis millones de euros, cantidad que atribuye al director del centro), sería la misma que se precisaría para poner en marcha el frustrado proyecto de A Parda.
En la práctica, el Gobierno local da por perdida esta inversión educativa. De hecho, desde finales del año pasado, la parcela destinada al Carlos Oroza en la zona Este de la ciudad funciona ya como un parking público gratuito.
Fernández cree que la desinversión en el centro de formación podría suponer el traslado de estos módulos de formación en hostelería fuera de Pontevedra, concretamente hacia A Lanzada, donde ya existe un taller vinculado a este sector impulsado por la Deputación.
El presidente de la institución provincial, Rafael Louzán, desmintió ayer esta posibilidad y afirmó que el Carlos Oroza será objeto de reformas. Muchas de ellas, como la mejora del aparcamiento y accesos, serán pagadas con fondos propios de la entidad.
