Las gaviotas sacan todo su descaro en la ciudad

Una gaviota comiendo de los restos de una tapa en una terraza de la ciudad (Foto: Alba Sotelo)
photo_camera Una gaviota comiendo de los restos de una tapa en una terraza de la ciudad (Foto: Alba Sotelo)

PONTEVEDRA. Por el comportamiento que tienen últimamente las gaviotas en Pontevedra, parece que los creadores de 'Buscando a Nemo' no estaban muy lejos de la realidad cuando las mostraban como animales inteligentes y despiadados. Se ha convertido en una imagen habitual en la Boa Vila la de las gaviotas acechando a todo aquello que porte comida, tanto si es un niño con una bolsa de gusanitos como una bandeja con la tapa que acompaña a la cerveza en una de las muchas terrazas de la ciudad.

Hosteleros y vecinos denuncian que estas aves han perdido el miedo a los humanos y merodean cada vez con más autoridad. Uno de los miembros de la junta directiva de la Asociación de Hosteleros de Pontevedra, Salvador Santiago, cuenta que aunque "el problema no es de ahora, sino que viene de hace ya tres o cuatro años", "el comportamiento ya es un poco más atrevido", y aseguró que "a veces estás tomándote una tapa y ya se te echan un poco encima". El hostelero Manuel Moldes, 'Adega dos Avós', asegura que estas aves carroñeras "no temen a nada" y que "les da igual que estén los clientes sentados, ven algo de comer y se aproximan a la mesa de y con el aleteo tiran la vajilla".

Sin remedio

Salvador Santiago y Manuel Moldes pertenecen a la junta directiva de la Asociación de hosteleros, que actualmente no tiene presidente. Ambos sostienen que no se ha elevado ninguna queja formal al Concello respecto a las molestias ocasionadas por las gaviotas.

Santiago asegura que se ha comentado de forma extraoficial alguna vez a trabajadores municipales e incluso entre los propios hosteleros en las reuniones celebradas, pero que no le consta que haya intención de redactar una queja oficial por parte de la Asociación de hosteleros. "Es algo que está ahí y las gaviotas, las palomas y otros pájaros se están introduciendo cada vez más en el entorno y el ambiente popular y no se sabe qué hacer realmente".

La ciudad ya había tenido problemas años antes con los estorninos, contra los cuales el Concello actuó con un servicio de cetrería. A pesar de estos y otros 'clientes' como las palomas, Moldes afirma que andan más por el suelo y no molestan tanto, pero que "las gaviotas son mucho peores, comen cualquier cosa y arramplan con todo lo que haya sobre las mesas". "No veo una solución, lo único comprar una escopeta", así de tajante muestra Moldes el malestar causado por estas aves, a lo que añade que "aún así, morirían unas y llegarían otras, por lo que no veo solución".

Ambos hosteleros coinciden en que el gremio el problema está afrontando el problema con mucha paciencia y con métodos que, en la mayoría de los casos, llevan a una sola conclusión: ser más rápidos de lo que son las gaviotas. Mantener el pavimento lo más limpio posible y ser ágiles recogiendo las mesas son algunas de las soluciones que adoptan y proponen los hosteleros de las terrazas de la ciudad. Aún así, Santiago se refiere a la vajilla rota diciendo que "es un gasto con el que ya contamos los hosteleros", lo cual muestra la resignación que tienen respecto a los molestos animales.

Medidas alternativas

No obstante, algún establecimiento de la capital ha tomado ejemplo de otras ciudades y ha adoptado medidas alternativas. Una de ellas es la colocación de la figura de un búho para ahuyentar a las gaviotas. Según comentan algunos hosteleros parece que está dando resultado, sin embargo, los clientes creen que no sirve de nada, ya que palomas y gaviotas siguen merodeando y suscitan la misma incomodidad, puesto que hay que estar pendiente de si van a subirse a la mesa.

Moldes considera que esta es, como muchas otras, una simple medida preventiva. "Las gaviotas siguen por allí y puede hacer efecto los primeros días, pero en el momento que las gaviotas vean que el búho no se mueve le perderán el respeto y volverán a hacer de las suyas", asegura el hostelero.

Control vecinal

El concelleiro de Sanidade Animal, Miguel Filgueira, afirma que se considera que esto "non é un problema grave ou iso consideramos nós" y que por ello el Concello no tiene ningún servicio destinado a paliar esta serie de dificultades. Admite que empiezan a venir a la ciudad colonias de gaviotas desde las Islas Cíes y Ons, pero que contra eso el concello no puede actuar.

No obstante, Filgueira asegura que el Concello insta a las comunidades de vecinos a avisar si divisan nidos en algún edificio. El concelleiro comenta que "son os veciños os que teñen que controlar que as gaivotas non añinen nos seus edificios" y que "o mantemento das colonias de gaivotas nos edificios ven por conta dos propietarios", y añade que "agora mesmo non temos un problema tan grande en Pontevedra como o hubo en ciudades como Vigo ou A Coruña".

A pesar de ello, Filgueira asegura que cuando alguna comunidad de vecinos se acerca al Concello a solicitar ayuda, les facilitan contactos de organismos que se dedica al control de especies, aunque insiste en que Medio Ambiente está sopesando si hay un problema importante de verdad, ya que si es así se tendrán que tomar medidas como se ha hecho otras veces con problemas de esta índole.

Colaboración

Hosteleros, Concello y vecinos de la ciudad del Lérez coinciden en que las gaviotas son molestas, aunque cada uno considera que lo son en un grado diferente. En lo que sí están de acuerdo es en que con la colaboración de todos se pueden evitar muchas molestias.

Si los clientes avisan de que no van a tomarse la tapa que les ponen, los hosteleros pueden recogerla evitando que las aves palmípedas se la lleven y rompan todo lo que hay sobre la mesa. Si las comunidades de vecinos revisan sus tejados, se puede evitar que los palmípedos aniden, y, por último, si no se dejan desperdicios por la ciudad a la vista como los que quedan tras el mercadillo, las gaviotas no acuden en banda. A pesar de esto, Pontevedra necesita un plan contra estas aves ya que cada vez se toman más libertades en las calles y terrazas de la ciudad.

Comentarios