La llegada de una borrasca a las Rías Baixas se vive con inquietud en la estación de tren de Pontevedra, donde las filtraciones de agua llegan a empapar a los pasajeros que circulan por el primer andén mientras regresan o se dirigen a su destino.
Una de las usuarias de los servicios ferroviarios denuncia esta situación ante la prensa en un intento de darla a conocer publicamente. Manoli Domínguez, una pontevedresa que viaja en tren habitualmente, expresa su queja. Asegura que «siempre me ha gustado viajar con Renfe» pero recalca que es necesario hacer público este hecho, ya que es una ironía que «la capital de provincia tenga una estación en tales circunstancias», que ella califica como «deficiencias graves».
Manoli llegó a las 8 de la mañana del pasado sábado junto con su hermana en el tren hotel procedente de la estación Madrid-Chamartín, y se sorprendió al ver como se mojaba al circular por el andén, ya que, según declara, las cristaleras del techo están mal selladas y esto permite que las goteras se filtren y discurran libremente por el primer andén, como si se encontrasen a techo descubierto. Por este motivo, se dirigió a las ventanillas de información y venta de billetes, donde afirma que la trataron «muy amablemente» y le facilitaron la hoja de reclamaciones que ella solicitó.
En la queja se presenta como «usuaria de la Estación de Ferrocarril de Pontevedra» y expone que le «parece deprimente que tras meses de renovación de dicha estación, haya unas filtraciones de agua tan exageradas en la zona del andén número 1».
Sin ninguna clase de objeción por parte del personal que le atendió, muestra su preocupación porque no se mejore el estado del andén: «No me quiero imaginar cuando lleguemos al invierno. No entiendo como se puede jugar así con el dinero del ciudadano», afirma en el escrito.
RECIENTES REFORMAS
Manoli Domínguez se refiere a las reformas de adaptación que comenzaron hace un año en la citada estación para adaptar los servicios ferroviarios a la alta velocidad, incluyendo la reforma de la playa de vías y la creación de un nuevo paso subterráneo para el AVE. En aquel momento, el Ministerio de Fomento confirmó al Concello pontevedrés que se descartaba la remodelación de la estación intermodal, la ampliación del aparcamiento exterior o la renovación de alguno de sus edificios, por lo que quedaba en manos de Adif como responsable de las instalaciones.
La usuaria manifiesta que se ha animado a denunciar públicamente esta realidad, a pesar de que por su cuenta ya ha emprendido los recursos que tenía a su alcance para que se cambien las circunstancias y se responda a las expectativas mínimas que ella dice tener como consumidora.
Los pasajeros que utilizan con frecuencia los servicios que proporciona Renfe y que viven en Pontevedra muestran su preocupación por la imagen que puedan dar a turistas extranjeros y nacionales que escojan la capital provincial como destino de viaje y que, como Manoli Domínguez, solicitan «su reparación inmediata»
