PONTEVEDRA. «A licenza de actividade non é unha esixencia imprescindible», recordó ayer el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, en una reunión que mantuvo con representantes de los trabajadores del asilo, acompañado por la concelleira de Benestar Social, Carmen Fouces.
Según explicó Lores, el Concello ofreció su colaboración para impedir el cierre de la residencia de ancianos «nunha cidade cun déficit importante de camas para persoas maiores». Pero la dirección del centro ya había tomado su decisión «hai máis de seis meses», por lo que el Gobierno municipal decidió poner a disposición de la Xunta el antiguo edificio de la Once para suplir la carencia de plazas para la tercera edad.
En el encuentro, el regidor pontevedrés se comprometió a impedir la recalificación de los terrenos en los que las Hermanitas de los Ancianos Desamparados ejercen su función desde hace 120 años.
«Estes terreos están destinados a equipamentos sociosanitarios e non hai outra posibilidade», garantizó Lores. El alcalde colaborará con la «reivindicación xusta» de la plantilla, que reclama tener prioridad para ocupar los puestos de trabajo que generaría la construcción de un nuevo geriátrico en la ciudad.
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