El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, ha rechazado hoy su adhesión a la mesa de trabajo planteada por Ence para mejorar la salud de la ría tras las denuncias vertidas por la Asociación pola Defensa da Ría (APDR), que culpa a la compañía de ser responsable de la presencia de bacterias coliformes en los bancos marisqueros, una acusación que la firma ha desmentido.
«Nós o que queremos é que se vaia de aí», dijo el regidor del BNG, que aseguró que la posición del Concello sobre la permanencia de la pastera en Lourizán «non vai variar». «Non me van convencer de nada», añadió.
«Os terreos que ocupa son públicos e querémolos recuperar para potenciar outros usos. Ence xa lle sacou rendibilidade abondo», explicó Lores, que defiende que la fábrica debe abandonar su actual ubicación. «E os terreos para o traslado que os busque ela», dijo.
La postura del alcalde capitalino difiere de la manifestada por su socio de Gobierno. El teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Antón Louro, ve positiva la puesta en marcha de un foro exponga la situación de la ría y busque fórmulas para mejorar su biodiversidad y explotar de forma eficiente y sostenible sus recursos. «A min non me parece nada mal», aseguró el edil del PSOE, que recordó que la propuesta que ahora plantea Ence deberá ser estudiada por su partido. «Será entón cando o grupo fixe unha posición», recordó.
2018, la clave
La ofensiva de diálogo que Ence ha lanzado para hacer frente a los ataques de la APDR se abrirá también a los mariscadores, empresarios y otras fuerzas vivas de la comarca. La compañía presidida por Juan Luis Arregui quiere mantener su actividad en la ría más allá de 2018, que es el año en el que finaliza su concesión estatal para ocupar terrenos de dominio público marítimo-terrestre.
La empresa solicitó en noviembre del año pasado la prórroga de este permiso, esencial para seguir produciendo pasta de papel en su actual ubicación. La tramitación de esta licencia está supeditada al desarrollo del reglamento de la Ley de Costas, aún sin aprobar, pero que abre la puerta a que Ence se quede en Lourizán por un período máximo de 60 años.
BNG y PSOE reclaman el traslado de la pastera, mientras que el PP ha relajado su discurso contra el asentamiento industrial.
