"Los alumnos con TDAH se quedan al margen de la clase desde pequeños"

El profesorado del Ceip de Barcelos detalla un proyecto para atender a niños con este trastorno

"La diversidad de nuestro alumnado no es un lastre, es una fortaleza". Así se sacan de encima cualquier connotación peyorativa que pueda implicar la pluralidad de sus alumnos los profesores del Ceip Praza de Barcelos de Pontevedra. El proyecto que elaboraron varios maestros del colegio para abordar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en sus aulas acaba de quedar finalista en un concurso en el que participaban centros de toda Galicia y que organizaban la Fundación María José Jove y el Instituto Galego do TDAH e Trastornos Asociados (Ingada). También llegó a la final el proyecto realizado por la orientadora del Ceip Santo André de Xeve, María Taboada.

«El objetivo del proyecto es borrar los problemas que se puedan encontrar en el centro nuestros alumnos con TDAH, pero también los niños que presenten características semejantes», explicaba ayer la orientadora del centro, María Luisa Corujo.

De este modo, los docentes buscaron nuevas formas de trabajar en grupo adaptándose a las peculiaridades de cada alumno. La finalidad es que los pequeños recuperen la confianza en sí mismos e incluirlos en el grupo. «Es como una merluza que se muerde la cola, los niños se dan cuenta de que tienen un bajo rendimiento, la autoestima se resiente y acaban por aislarse», contaban ayer.

Entre las propuestas que se incluyen en el proyecto que elaboraron, están cuestiones básicas para un niño con TDAH como la adaptación de los contenidos a sus peculiaridades. Por ejemplo, los profesores contemplan adaptar los exámenes al alumnado con este trastorno, de forma que las preguntas sean más cortas y tengan tiempo para descansar.

El contacto con los profesionales que atienden a los niños fuera del centro es un detalle que los docentes tuvieron en cuenta. Las familias también son importantes, por eso el proyecto contemplaba la creación de grupos de padres que intercambien conocimiento y funcionen como apoyo entre ellos.

Medidas como estas, que a priori son sencillas, pueden evitar que un alumno con TDAH se quede al margen de las clases ya desde la Educación Primaria. «Los niños con TDAH se quedan al margen del sistema educativo desde muy pequeños si no reciben atención especializada», explicaban ayer los profesores de Barcelos. La orientadora del Ceip Santo André de Xeve también defiende el derecho de los niños con TDAH a recibir educación adaptada a sus necesidades. Al tiempo, lamenta la falta de formación del profesorado en torno a cuestiones como esta. «Hay docentes que todavía dicen eso de que el TDAH es un invento de las farmacéuticas».

La hiperactividad a veces se confunde con la mala educación. Por eso, desde el Ceip Praza de Barcelos insisten en que «es un trastorno con base neurobiológica, pero no tenemos ningún aspecto físico que nos pueda dar pistas, como el síndrome de Down», cuenta la profesora de Educación Infantil Cristina Barreiro.

Estos cursos formativos en TDAH se realizan fuera del horario de trabajo de los docentes y no tienen carácter obligatorio, de modo que los docentes que adquieren conocimientos en la atención a la diversidad lo hacen por voluntad propia y en su tiempo libre. Los proyectos de los profesores de Barcelos y Xeve son un ejemplo y, aunque no haya ganado el concurso que dotaba con 6.000 euros al centro para implementarlo, los maestros aseguran que «se financia con el esfuerzo de todos nosotros».

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