PONTEVEDRA. El frenesí de las rebajas de invierno tuvieron también sus consecuencias en el tráfico peatonal y rodado en la ciudad de Pontevedra. Miles de personas abarrotaron el centro de la capital y su milla de oro, Benito Corbal. La llegada masiva de vehículos colapsó a primera hora de la mañana de ayer y durante momentos puntuales de la tarde algunos parkings y accesos a la ciudad.
El punto más conflictivo fueron las calles Benito Corbal, Cobián Areal y la Praza de Barcelos. Transitar por zonas como la milla de oro fue difícil durante la mañana. Cientos de personas ocuparon las calles en sus idas y venidas por los establecimientos comerciales de Pontevedra.
La afluencia masiva de personas obligó a la Policía Local de Pontevedra a intensificar su presencia en las calles. Los agentes evitaron grandes atascos a través de la puesta en marcha de operativos especiales para facilitar la entrada y salida de automóviles en el centro de la ciudad. «El tráfico ha sido muy intenso a primera hora», dijo ayer el portavoz del cuerpo municipal, Manuel Omil.
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