Los centenares de padres que llevan a sus alumnos a diario al colegio Álvarez Limeses, uno de los centros escolares más céntricos de Pontevedra, se encontraron con una sorpresa desagradable. Agentes de la Policía Judicial y de la Policía Científica estaban en el interior en busca de restos biológicos para intentar esclarecer un nuevo robo, perpetrado durante el pasado fin de semana, el tercero en apenas unas semanas. Algunos de ellos ya se imaginaban lo que estaba sucediendo, pues tenían conocimiento de que habían faltado cosas días atrás. Material informático valorado, según las primeras previsiones, en más de 10.000 euros, es el botín que hasta el momento han conseguido los amigos de lo ajeno de tres actuaciones casi perfectas, con el ‘valor’ añadido de haberlas cometido puerta con puerta con el edificio de la Comisaría Provincial de Pontevedra.
El director del Álvarez Limeses, Vicente Fernández Moure, explicó que ''entraron por las ventanas, simplemente con levantar las persianas. Recorrieron todo el colegio y se llevaron lo que quisieron. Sobre todo fueron a por los monitores y los ordenadores, y dejaron otras cosas como las impresoras''.
El responsable del centro escolar sospecha de jóvenes que se reúnen hasta la noche en el patio del colegio, fácilmente accesible para todo aquel que quiera entrar. Sin embargo, prefiere no hacer conjeturas y esperar al trabajo de la Policía Nacional, que al parecer ya ha avanzado en alguna línea de investigación.
Los cacos forzaron todas las puertas y candados que necesitaron en el interior del inmueble para poder moverse con total comodidad, auspiciados por la impunidad de la noche. Debieron salir, además, con cierta naturalidad, dado que pese a lo voluminioso de algunas de las ‘piezas’ de las que se adueñaron (monitores de 22 pulgadas, por ejemplo) no infundieron sospechas ni entre vecinos ni entre viandantes.
Fernández explicó que desde el propio centro ya han tomado medidas para minimizar en lo posible las pérdidas en este tipo de robos (dado que es el tercero que se produce en poco tiempo). ''Hemos cambiado las persianas, pero se ve que entran igual. Los ordenadores portátiles ya los tenemos escondidos, igual que otras cosas, pero no podemos guardarlo todo''.
El atraco más cuantioso no fue el de ayer. En una de las ocasiones anteriores, los ladrones se llevaron cerca de una decena de ordenadores portátiles, por ejemplo. Sin embargo, el suceso más llamativo sí fue el que se produjo ayer. El motivo, que los agentes de la Policía decidieron intervenir en busca de huellas en cuanto tuvieron conocimiento de los hechos, con el objetivo de que la presencia de los alumnos y el personal docente no contaminase las posibles pruebas y poder avanzar en la investigación. Ello hizo que el tema fuese la ‘comidilla’ ayer en el centro de la ciudad. Se llevaron, además, un juego de llaves.
