Los desvíos propiciados por las obras de la variante empiezan sin incidencias

Coches circulando ayer por el nuevo desvío que conecta la autovía con el nudo de O Pino y la entrada a la autopista. alba sotelo
photo_camera Coches circulando ayer por el nuevo desvío que conecta la autovía con el nudo de O Pino y la entrada a la autopista. alba sotelo

PONTEVEDRA. Los trabajos de la variante de Marín y del macronudo que ha empezado a levantarse en las inmediaciones de Ence obligaron ayer a poner en marcha varios cortes y desvíos de tráfico que, en principio, se mantendrán durante las próximas siete semanas. La carretera que conecta el nudo de O Pino con la autovía (PO-11) fue una de las más afectadas, pues las obras exigen cortar el carril que toma dirección hacia Marín. También la propia autovía, que perdió el acceso a Pontevedra en favor del nuevo acceso al nudo de O Pino (ver imagen).

Sin embargo, la repercusión de unas y otras restricciones fue mínima en el entramado vial pontevedrés. Tan solo se formaron pequeñas retenciones en la PO-11, donde los vehículos tienen que ceder ahora el paso a los que proceden de la autovía, y colas reducidas en la propia autovía, a la altura de la glorieta de José Malvar. En este último punto se juntaron los vehículos que circulaban hacia el Norte con los que se desplazaban hacia el Sur, de vuelta del ramal cortado de la PO-11, pero sin llegar a formar las retenciones que origina la temporada estival.

En paralelo, los transportes especiales que operan en el recinto portuario tuvieron y tendrán la opción de utilizar uno de los carriles cortados en la autovía para tomar rumbo a Marín, por lo que tampoco hubo percances a nivel de mercancías relacionadas con el Puerto.

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