Los empresarios más jóvenes y veteranos

Decana en juventud y emprendimiento, la Asociación de Jóvenes Empresarios (Aje) de Pontevedra conmemoró sus bodas de plata con un acto muy especial, en el que se rindió homenaje a los seis presidentes que contribuyeron a impulsar la incansable labor del colectivo. Así, el evento, que tuvo lugar en el Centro Social de Novacaixagalicia, contó con la participación de antiguos responsables de la Aje, entre ellos los dirigentes que antecedieron a Lucía Pedroso a la cabeza de la asociación: Manuel Ramos Medialdea (presidente entre 1989 y 1992), Jesús Manuel Omil (actual portavoz de la Policía Local y que ocupó el cargo entre 1992 y 1994), José Manuel Gil (1994-1998), José Luis Vilanova (1998-2007), Antonio de Cora (consejero delegado de Diario de Pontevedra, que presidió la entidad entre 2007 y 2011) y José Manuel Valenzuela (2011 -2013).

En el acto estuvieron presentes numerosos empresarios locales y autoridades políticas. Entre los que no se quisieron perder la velada se encontraban el alcalde capitalino, Miguel Anxo Fernández Lores; el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, José Manuel Fernández Alvariño; el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, y el conselleiro de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza, Alfonso Rueda.

Tal y como recordó Lucía Pedroso, la Aje de Pontevedra fue creada en 1989 por un grupo de personas con inquietudes empresariales centradas en los jóvenes emprendedores. En la actualidad, está formada por cerca de 200 empresarios jóvenes, cuya edad no supera los 40 años y cuya iniciativa empresarial está radicada en la provincia (a nivel nacional, la asociación agrupa a más de 18.000 jóvenes emprendedores que han logrado, o al menos lo intentan, vivir del autoempleo).

En su discurso, Miguel Anxo Fernández Lores calificó a esta «asociación de mozos e mozas empresarios» como «un puntal imprescindible na difusión e canalización da cultura emprendedora, sen dúbida un dos alicerces da creación da riqueza social que tanto precisamos, e o trampolín necesario para que centos de proxectos vexan a luz ou sexan promocionados como ideas de futuro».

No obstante, el alcalde aprovechó la ocasión para lamentar que las personas que dirigen la economía optasen «pola versión máis dura do chamado mercado, o novo deus todopoderoso que deixan moverse polo mundo adiante, arruinando países, concentrando riqueza e desfacendo as estruturas que as sociedades viñan creando para vivir mellor». En este sentido instó a los jóvenes empresarios a «loitar xuntos contra esa perversa identificación que algunha xente comparte entre os conceptos de empresario e especulador» y a convertirse «nun motor social capaz de xerar riqueza» en su entorno próximo.

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