Los fuegos y riadas de 2006 aún lastran el desarrollo económico del monte vecinal

Asistentes a la presentación del nuevo plan de ordenación de los montes comunales de Pontevedra. alba sotelo
photo_camera Asistentes a la presentación del nuevo plan de ordenación de los montes comunales de Pontevedra. alba sotelo

PONTEVEDRA. Los incendios y las posteriores riadas de 2006 todavía lastran el desarrollo económico de los montes comunales. Así lo aseguraron ayer representantes de la Mancomunidade de Montes de Pontevedra, un organismo del que forman parte 3.400 vecinos repartidos en doce comunidades de montes: Ponte Sampaio, Verducido, San Andrés de Xeve, Castro Lampán, Salgueiral, Bora, Lourizán, Lérez, Mourente, Tomeza, Salcedo, Santa María de Xeve y Marcón.

Los responsables del colectivo presentaron ayer junto al edil del Rural, Demetrio Gómez, y la ingeniera Laura Nieto un resumen global del proyecto de ordenación forestal del monte comunal para los próximos diez años. Entre los objetivos que se marca el documento figuran la promoción de actividades alternativas a la venta de madera de eucalipto, que sigue siendo una de las principales vías de financiación de estas agrupaciones.

La Mancomunidade aspira a reducir la presencia del citado árbol, que actualmente ocupa un 37 por ciento de las 2.234 hectáreas de terreno que conforman su patrimonio forestal y que también se comparten con el pino (22%) y especies frondosas (16%). Estas últimas son con las que se pretende sustituir parte de los eucaliptos que existen en la actualidad y que, en su mayoría, no tienen más de seis años. Desde la oleada de fuegos en 2006, las comunidades de montes invirtieron más de 2,4 millones de euros en repoblación arbórea.

La gestión forestal sostenible es otro de los objetivos del proyecto de la Mancomunidade, que quiere poner en valor los suministros de agua, reducir el riesgo de fuegos a través de cortafuegos naturales y destacar el valor patrimonial y cultural del monte comunal, en el que existen más de una treintena de elementos arqueológicos.

El Concello asegura que la promoción del rural servirá de revulsivo laboral a estas zonas. De hecho, se calcula que solo la inversión en la repoblación forestal en las parroquias permitirá dar empleo a una cuadrilla formada por doce personas durante todo un año.

La apuesta por actividades vinculadas a la micología o a la explotación de la castaña son finalidades también de la Mancomunidade. «Tamén se debería anular o réxime cinexético polo perigo que pode ocasionar nas zonas situadas preto das vivendas», apuntó una de las ponentes del plan.

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