PONTEVEDRA. Los furancheiros pontevedreses crearán un frente común para tratar de demostrar la tradición de sus establecimientos en el municipio del Lérez y legalizar, de esta forma, su actividad. Los primeros pasos de este colectivo se dieron ayer en Campañó. Representantes de los furanchos de Pontevedra y de la asociación de viticultores Val do Lérez se reu- nieron a última hora de la tarde para analizar el impacto del decreto que la Xunta prepara para regular el sector. La directiva autonómica excluye a Pontevedra de la lista de concellos en los que se podrán abrir negocios destinados a la venta de excedente de vino de cosechas particulares.
El colectivo, que reúne firmas entre los furancheiros pontevedreses, presentará alegaciones para intentar suavizar los requisitos técnicos que se exigen para la apertura de estos establecimientos. Entre ellos, los referidos al cumplimiento de normativas antiincendios, accesibilidad y condiciones de carácter sanitario.
El Gobierno autonómico redujo de 21 a 13 los municipios en los que se reconocerá la actividad tradicional de los furanchos. Con respecto a la primera versión, elaborada por la Consellería de Cultura e Turismo, han quedado fuera de la lista los concellos de Pazos de Borbén, Poio, Meaño, Vilagarcía, Vilanova, A Illa de Arousa, O Grove, Meis, Ribadumia y Betanzos. «Isto parece indicar que, en vez de estar pola ampliación da relación, o departamento autonómico defende todo o contrario», apuntan responsables del Concello.
La lista actual, en la que están incluidos Cangas, Moaña, Bueu, Marín, Vilaboa, Redondela, Soutomaior, Salvaterra, Mos, Sanxenxo y Cambados, incorpora a Barro y Tomiño en la relación de concellos (todos ellos ubicados e la provincia de Pontevedra) en los que se podrán abrir ‘loureiros’ si se aprueba. En el resto de municipios, la actividad de los furanchos será ilegal.
