A partir de 2015 los vecinos de los lugares más altos de la ría dispondrán de una nueva red de abastecimiento de agua potable que permitirá a sus usuarios prescindir de las aguas de traída y de los pozos particulares, incluso en verano, cuando el consumo se dispara en la misma proporción que las temperaturas.
La infraestructura no será otra que la que ha planificado la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas del Norte (Acuanorte) en colaboración con los ayuntamientos de Pontevedra, Poio y Sanxenxo que, precisamente, serán los primeros en entrar en fase de obras, probablemente, a finales de año. En los dos primeros casos, porque así estaba previsto. En el tercero, porque se han disipado los rumores que auguraban una renuncia del concello sanxenxino. El Gobierno que dirige Catalina también quiere ser beneficiario de la red, con independencia de que la oposición advierta de que no hay fondos para hacer frente a los trabajos.
Los siguientes serán Vilaboa y Marín, sitos en el margen izquierdo de la ría que, de hecho, protagonizará la segunda fase del proyecto.
(Más información en nuestra edición impresa del 3 de febrero).
