PONTEVEDRA. «Julio de 2013». Este es el plazo que señalan los responsables del Ministerio de Fomento para finalizar las obras de reforma del nudo de O Pino. Puede parecer un plazo dilatado, pero lo cierto es que no se aleja mucho del inicialmente previsto si se tiene en cuenta las trabas con las que se ha topado el proyecto. Sobre todo, a nivel interno, después de que la empresa adjudicataria dejara un impago de casi dos millones a cerca de 20 subcontratas, que obligó a paralizar y a readjudicar la actuación.
El punto de arranque tuvo lugar en el primer trimestre 2010, cuando Oca S.A. obtuvo vía libre para reformar uno de los accesos más concurridos a la ciudad capitalina por un presupuesto próximo a los diez millones de euros y un plazo de ejecución de 34 meses. Este situaba ya entonces el término de la obra entre finales de 2012 y comienzos de 2103.
Salvados los contratiempos, actualmente la actuación vuelve a estar en ejecución, reduciendo la lista de tareas pendientes cada día que pasa.
Según explican los responsables de Fomento, la obra más importantes, que resta por finalizar es el viaducto que conecta San Blas y Matalobos, dos núcleos que permanecen incomunicados desde febrero de 2012, cuando fue derribado el antiguo viaducto.
Los pilares ya están bastante avanzados, pero todavía queda por anclar la plataforma que actuará de carretera y que los vecinos esperan como agua de mayo. Hace más de un año que se ven abocados a hacer importantes rodeos para poder acceder desde un núcleo a otro o hasta el centro de Pontevedra.
varias capas de asfalto. La colocación de «diversas capas de firmes» hasta llegar a la capa de asfalto final y la ejecución de trabajos de pintura completan el listado de obras pendientes.
Igualmente, quedan por ejecutar «diversos remates de obra», entre los que los responsables de Fomento sitúan operaciones de señalización y de colocación de balizas.
Si los plazos se mantienen, quedarían poco menos de dos meses para poder inaugurar un nudo que nunca ha dejado de funcionar.
Las subcontratas lamentan no haber podido continuar la actuación
Las 20 empresas subcontratas que ejecutaban trabajos específicos y que surtían de material a la primera empresa adjudicataria, Oca S.A., lamentan que la nueva contratista, Sacyr, no haya contado con ellas para finalizar la obra. «Podríamos recuperar algo de lo que hemos perdido», señala uno de los trabajadores afectados. Las firmas han sufrido quitas de más de un 40% en las deudas contraídas por Oca S.A. y pérdidas que dicen aumentar el porcentaje de saldo negativo. «Hemos tenido que asumir gastos en reclamaciones, abogados y en intereses por no poder pagar las facturas», añade un trabajador.
Deuda
El Ministerio de Fomento rescindió el contrato con Oca hace un mes, para luego readjudicar la obra a Sacyr por un importe de dos millones de euros. La primera contratista tuvo que abandonar, así, la actuación. La deuda acumulada superó los 1,8 millones.
