Los vecinos del rural devuelven a la vida a sus viejos molinos

La progresiva industrialización, la emigración y el éxodo de los vecinos del rural a las ciudades fueron los principales factores a los que se debe la situación de abandono en la que se encuentran muchos de los ‘muíños’ de agua existentes en las parroquias de Pontevedra. Algunos de estos elementos etnográficos son irrecuperables porque se encuentran en un estado ruinoso, pero otros han recobrado la vida gracias a la implicación de colectivos del rural en el desarrollo de los trabajos de reconstrucción.

Entre las entidades que se están volcando en la recuperación de los viejos molinos destaca la asociación Heroes do Campo da Porta de Salcedo, que desde el año 2000 viene desarrollando un plan de rehabilitación con el que ya logró ‘resucitar’ siete de ellos. «O último que recuperamos foi o de Outeiro de Arriba, ao que adicamos un año de traballo», precisa el presidente del colectivo vecinal, Ramón López Lage. «En Salcedo hai bastantes muíños, entre eles os do Moledo, do Firo, de Matías, do Lamoso e Cabanas», apostilla.

«Non están todos en funcionamento, pero ese non é o obxectivo que nos marcamos porque non tería sentido investir na recuperación dalgún deles para poñelos en marcha, xa que non terían utilidade», recalca López Lage. Añade que en el de Cabanas (en cuya recuperación colaboró el colectivo Vaipolorío) solo funciona una de sus dos moas (una de las piedras encargadas de la trituración del cereal) y en los de A Cancela funcionan las dos «porque a súa recuperación resultaba fácil».

En el lugar de Batán hay tres muíños, entre los que se encuentra el de O Moledo, que es particular, que la Comunidade de Montes de Salcedo quiere transformar en un centro de interpretación etnográfica en el que los visitantes tengan ocasión de amasar y cocer pan de forma tradicional (para conseguir este objetivo los comuneros están pendientes de llegar a un acuerdo de cesión con el propietario).

Campañó

La Asociación Cultural e Deportiva de Campañó tomó las riendas para llevar a cabo la recuperación de los antiguos molinos de esta parroquia. «Foi no ano 2011 cando comezamos os trámites para a reparación dos do Río de Cons ou Rego do Castrove», comenta José María Domínguez, portavoz de la agrupación Cultural. Rego do Castrove cuenta con diez muíños: do Gaiteiro, da Fábrica, de Debaixo da Fábrica, do Bravo, de Corredoira (en ruinas), do Atranco de Arriba, do Atranco de Abaixo, de Don Pedro, de Pedreira e da Mexadoira.

«Había antigamente un máis, o do Bicho, no lugar de Piñeiro, hoxe desaparecido polas crecidas do río, e outro máis abaixo, o de Arcos, derrubado polas obras da Autopista AP-9. Era o muíño máis grande de Campañó, con dúas moas», precisa Domínguez.

Pero no fue hasta 2012 cuando la Cultural inició los trámites administrativos previos para las rehabilitación de los ‘muíños’ (recogida de firmas de autorización de los propietarios, trámites antes Augas de Galicia y solicitud de subvenciones a la Deputación y al Concello. Los trabajos de restauración comenzaron en 2012 y finalizaron en 2013. «Foron complicados, posto que houbo que trasladar os materiais á man a case todos, dende a maquinaria para o chorreo da pedra ata as tellas e a madeira», puntualiza Domínguez.

Según el directivo de la Cultural, «o mellor que temos en Campañó, e tamén un dos fermosos de Galicia, é o Muíño da Fábrica, nome que lle ven porque pertencía á fábrica da Igrexa. Ten un cubo espectacular, cunhas rodas dun metro de diámetro. Asemade, tén un precioso acueduto que leva auga pola canle ata o antedito cubo. Construído no ano 1752 polo cura párroco Roque Antonio Sánchez Moscoso, foi vendido a particulares polo párroco Pascual Mouriño Solla a Marcelino Freijo Casal, no ano 1880, por 200 pesetas, que viñan sendo 800 reais».

Domínguez apunta, como curiosidad, que el Muíño do Gaiteiro pertenecía a Xoán Tilve, ‘o gaiteiro de Campañó’, conocido músico de principios del siglo XX que era compañero de grupo musical de Perfecto Feijoo, el boticario propietario del loro Ravachol.

«Somos uns privilexiados porque temos planos de todos estes muíños, feitos por Marcos Vidal, o cal fixo a súa tese de arquitectura sobre os muíños hai máis de vinte anos e que xentilmente no los cedeu á Asociación Cultural», concluye Domínguez.

Mourente

La parroquia de Mourente cuenta con 15 molinos, según el trabajo de investigación que efectuó el historiador Ramiro Barros Justo y que recopiló en la publicación ‘Muíños de río das terras de Pontevedra’. En la relación de antiguas edificaciones etnográficas figuran el de Ceña, da Bodega, da Eira, dos Cortellos, da Zorreta, do Alarguiño, da Chan, de Cachafeiro (o de Castro Verde), de Águeda y de Herdeiros (recibe este nombre por ser el único comunal de la parroquia).

Según este estudio, «na actualidade o estado dos muíños de Mourente é catastrófico. Unha gran parte desapareceu e só quedan algúns restos deles: outros están en ruínas engulidos polo mato e os restantes están en estado ruinoso, coa cuberta a piques de se derrubar e o mecanismo desaparecido ou xa moi deteriorado». El autor apunta como única excepción la del Muíño de Águeda, cuyo propietario rehabilitó y puso en funcionamiento en el invierno de 1993, después de más de diez años de inactividad.

Cerponzóns

Según el Catastro del Marqués de la Ensenada, entre 1750 y 1754 en la parroquia de Cerponzóns se encontraban a pleno rendimiento 18 molinos de agua a lo largo de los cauces de los riachuelos de O Castrado y Acibal. ntre 1750 y 1754.

Un estudio efectuado por la asociación vecinal O Chedeiro revela que el Archivo Eclesiástico conserva un escrito datado el 11 de noviembre de 1960, redactado por el párroco Jesús García Gómez, con una detallada descripción del estado de las propiedades del clero, refiriéndose a un molino de su propiedad en A Gándara.

Muíño de Arriba, de Abaixo, da Ufa, da Gándara, do Castrado, os Pasales, o Caeiro, Muíño Vello, Orzera, Bouza do Rey, Balea y Puente Beán son los nombres de algunas de las antiguas estructuras en las que los vecinos de Cerponzóns molían el grano.

Representantes de la entidad vecinal O Chedeiro, del club de fútbol y de la asociación cultural Chan do Monte de Cerponzóns señalan que «a lo largo de los riachuelos que cruzan nuestra parroquia aún podemos contemplar los restos de esta parte de nuestra historia que, ocultos entre la maleza y el abandono, esperan a que alguien les devuelva su esplendor de antaño».

Marcón salva el Muíño da Pontiña

La labor que está desarrollando la asociación de vecinos San Miguel para proteger y recuperar el patrimonio de Marcón está dando sus frutos. Gracias a las gestiones que efectuó ante la Xunta hizo posible la subsistencia del Muíño da Pontiña. Las obras para la construcción del acceso al futuro hospital de Monte Carrasco respetaron al antiguo muíño de agua porque los trabajos para desdoblar la PO-542 incluyeron las obras para su recuperación, así como también la restauración del lavadero de Valadares.

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