PONTEVEDRA. El atrio y las balaustradas del santuario de A Peregrina aparecieron en los últimos días totalmente manchadas de grasa. Vecinos y personal municipal alertaron a la Policía Local, que se trasladó al lugar y constató la existencia de los 'pegotes'.
Los agentes tomaron fotografías del estado de la zona, levantaron acta e iniciaron las correspondientes pesquisas para dar con los autores. Por el momento se barajan dos opciones: una gamberrada o una acción preventiva para que adolescentes y turistas no se sienten en las balaustradas, que ya se han roto en pasadas ocasiones. Sea como fuere, aunque el atrio ya ha sido limpiado por la Cofradía, la investigación seguirá su curso y desembocará en la apertura de un expediente sancionador a quien corresponda, ya que el santuario de A Peregrina es un Bien de Interés Cultural (BIC) y, como tal, tiene una protección superior a la de otros inmuebles y elementos urbanos frente a las agresiones. Preguntado al respecto, el presidente de la Cofradía de la Peregrina, Carlos Lino, aseguró ayer estar "indignado" por lo sucedido y reiteró su malestar porque el atrio es lugar de "estancia" de niños que "lo llenan de pipas y latas".
