El dispositivo especial desplegado hoy por la Policía Local en el marco de la campaña de vigilancia de motocicletas en viales urbanos puesta en marcha por la Dirección General de Tráfico sirvió para confirmar una tendencia muy positiva: los motoristas que circulan por la ciudad lo hacen cada vez con más ‘cabeciña’. Así, de los 18 conductores de moto que los agentes pararon a lo largo de la mañana en el punto de control situado en la Praza de Galicia, solo dos de ellos incumplían el reglamento, en ambos casos por tener la licencia caducada.
Con excepción de estas faltas de carácter administrativo, todos los motoristas que pasaron el examen de la Policía Local llevaban su correspondiente casco de seguridad y tenían al día la ITV. Precisamente estos son, junto con el exceso de velocidad y los adelantamientos antirreglamentarios, los aspectos en los que está centrando especialmente su atención la campaña de la DGT, que se prolongará hasta el próximo 25 de mayo.
No obstante, la Policía Local de Pontevedra constata que el uso del casco está prácticamente generalizado al 100% y que el número de denuncias anuales a conductores de motocicletas y ciclomotores por no llevarlo no suele superar las cuatro. Este cumplimiento estricto de la normativa se da también, aunque en menor medida, en el caso de las ITV.
En un contexto en el que el censo municipal de motos ha crecido casi un 100%, las medidas de seguridad vial y ralentización del tráfico impulsadas por el Concello han convertido a Pontevedra en una ciudad muy segura para el tránsito sobre dos ruedas.
La memoria de accidentes 2013 pone de manifiesto que durante el año pasado se produjeron en el casco urbano únicamente 66 incidentes en los que estuvieron implicadas motocicletas o ciclomotores. De ellos, solo cuatro (un 6%) tuvieron como resultado heridos graves (trasladados a hospitales), mientras que 29 se saldaron con heridos de carácter leve (atendidos por rasguños o contusiones) y 33 con daños materiales.
Estos datos distan mucho de los registrados en otras ciudades de España, donde los accidentes de moto suelen tener consecuencias graves.
