Multado con 400 euros tras admitir que dejó morir de hambre a dos perros

Cuarenta días de multa a razón de diez euros por día: en total, 400 euros. Esta fue la sentencia dictada ayer en A Parda por el magistrado encargado de juzgar al vecino de Monte Porreiro acusado de abandonar hasta la muerte a dos perros en una finca de su propiedad en Salcedo.

Los hechos sucedieron en mayo, cuando varios vecinos de la zona dieron aviso a la Guardia Civil al apreciar dentro de la finca dos perros en muy mal estado. Cuando los agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza del Instituto Armado) se personaron en el lugar comprobaron que uno de los animales yacía sin vida atado a una cadena de hierro y el otro se encontraba en condiciones higiénico- sanitarias lamentables: muy delgado, lleno de parásitos, con una infección en los ojos y con síntomas evidentes de no haber recibido cuidado desde hacía varios días.

Los funcionarios de la Benemérita procedieron a identificar y denunciar de oficio al dueño de los perros, al considerar que los hechos constituían una infracción contra la protección de animales domésticos, tipificada en el Código Penal.

Durante la vista, el acusado reconoció que era consciente de que los perros «estaban delgados y llenos de parásitos». Sin embargo, también afirmó que «iba todos los días por la mañana a alimentarlos » y que «tenían pienso», pero no se preocupó de comprobar «si los perros comían o no». Así, el día de los hechos abandonó la finca «a eso de las doce y media de la mañana» y los dos perros «estaban vivos». Por la tarde recibió la llamada «por parte de un vecino» en la que se le comunicó que uno de los canes había muerto. «Era consciente de que estaban delgados -afirmó-, pero no hasta ese punto».

Con parásitos

Además de famélicos, los cánidos también presentaban síntomas evidentes de infección parasitaria. Ante la pregunta del fiscal acerca de si conocía este hecho, el acusado afirmó que «todos los años compraba un collar para los perros», pero este año «por falta de medios» no lo pudo comprar. La pena propuesta por el Ministerio Público ante el reconocimiento de los hechos fue de 40 días de multa a razón de diez euros por día, al considerar al procesado autor de una falta de abandono animal.

Ante la conformidad del letrado de la acusación, el magistrado dejó el juicio visto para sentencia y ordenó desalojar la sala, ante la indignación de los casi 30 asistentes a la vista, en su mayoría miembros de la protectora Os Palleiros, que acudió como testigo y acusación particular al juicio por medio de su presidenta, Gloria Cubas. «Queremos pedir la máxima pena recogida en el Código Penal», reconocía a la entrada de los juzgados. Finalmente la declaración de los testigos no fue requerida, al considerarse suficiente la versión de los hechos ofrecida por el procesado en la que reconocía gran parte de las acusaciones vertidas por la Guardia Civil en su denuncia.

Se da la circunstancia de que el perro superviviente, una hembra joven, fue acogido por Os Palleiros, quienes lo bautizaron con el nombre de ‘Tani’. Murió once días más tarde pese a los intensos cuidados de los voluntarios de la protectora. «Lo intentamos hasta que ya no pudimos más, hasta que ella decidió que ya no quería luchar y que todo el daño que le habían hecho era irreparable», reza la publicación de Os Palleiros en su página de Facebook.

Concentración

La protectora de animales Os Palleiros aprovechó el juicio celebrado ayer en A Parda, al que se presentaba como acusación particular, para convocar una concentración en contra del maltrato animal. A ella acudieron cerca de 50 personas y se desarrolló sin incidentes relevantes. Casi todos los presentes lucieron camisetas blancas con la foto de Tani estampada, en recuerdo delos once días que pasó con ellos y para poner cara a un caso a priori anónimo.

La presidenta de la asociación, Gloria Cubas, leyó un manifiesto al inicio haciendo un llamamiento a la sociedad y a los poderes públicos «para que todo el mundo sepa el calvario que tuvo que pasar -en referencia a Tani- y sobre todo para que esto no se repita nunca más». Además, en declaraciones a diversos medios, Cubas reconoció que «este año está siendo horrible » en lo que a abandonos se refiere, «sobre todo con los perros de caza», el gran quebradero de cabeza de la asociación.

«La sentencia es una vergüenza », afirmó Cubas visiblemente indignada a la salida de los juzgados. Tras finalizar la vista y desalojar la sala, gran parte de los asistentes siguieron unos metros al condenado con gritos de «asesino », «te tendrían que hacer lo mismo» o «sinvergüenza». Aunque los ánimos se calmaron pronto, el hombre, acompañado por su abogado, tuvo que salir del edificio de A Parda por la puerta de atrás para evitar un enfrentamiento directo con los grupos defensores de los animales. Cubas ya ha anunciado «acciones», aunque aún no sabe cuáles.

Comentarios