Nueva guerra por los crematorios

PONTEVEDRA. La apertura de crematorios en Pontevedra ha provocado una nueva guerra en el sector. Funespaña mantiene sus expectativas de abrir una instalación de este tipo en San Amaro a pesar de la posibilidad de que un frente de funerarias estudie la opción de construir un horno incinerador justo enfrente, en la zona de expansión del cementerio de esta parroquia.

El único problema al que tendrían que enfrentarse este grupo de empresarios tiene que ver con la titularidad de los terrenos. El Concello es el propietario de esta parcela, lo que obligaría a convocar un concurso público para su adjudicación. Esta modalidad podría dejar fuera de juego su propuesta, motivo por el que sondean ya otras alternativas.

El objetivo es evitar que Funespaña monopolice el mercado de las incineradoras en Pontevedra, pero el acuerdo entre Pompas Fúnebres, Alianza y Barros, Servicios Funerarios San Marcos y Albia, el citado frente, no será fácil. Este grupo empresarial tendrá que negociar quién y cómo se prestarán los seguros de decesos, entre otras cuestiones de índole económico.

La aprobación de la nueva normativa municipal que regulará el uso del suelo en el que se podrá edificar crematorios en Pontevedra podría provocar un nuevo enfrentamiento judicial entre algunas empresas del sector y el Concello, al que acusan de redactar la directriz «a la carta» para Funespaña. Responsables de esta última firma, que a partir del lunes podría solicitar licencia de obra para construir su horno en San Amaro, supeditaron el inicio de la obra a que se resuelvan los trámites administrativos necesarios que den legalidad al proyecto. «Habrá alegaciones y esto podría retrasar todo cuatro, cinco o seis meses», afirmaron.

El PP rechaza que se construyan dos crematorios «urbanos» en San Amaro y mantiene la propuesta de construir un horno en A Reigosa, es decir, fuera de Pontevedra.

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