Nueve identificados por robos y actos vandálicos

Las jornadas del miércoles y del jueves resultaron de lo más activas para los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad que velan porque se respete la Ley en Pontevedra. Agentes de las policías Nacional y Local efectuaron cinco detenciones y otras cuatro identificaciones en apenas 24 horas, y eso sin contar con la huida de algunos de los presuntos malhechores, que consiguieron escapar in extremis del cerco de los funcionarios. Los delitos más repetidos, como viene siendo habitual en estos tiempos, los que atentan contra el patrimonio ajeno (que desembocaron en tres de las detenciones y las cuatro identificaciones) aunque también se registró un episodio de vandalismo de envergadura (varios individuos rompieron los retrovisores de los vehículos que estaban estacionados en la calle Cruz Roja) y otro relacionado con la violencia de género.

El primero de los sucesos, por orden cronológico, tuvo su desenlace en las inmediaciones del poblado chabolista de O Vao. La Policía Nacional identificó allí a dos individuos con antecedentes que portaban bolsas en las que guardaban dos jamones, un queso y productos cosméticos, cuya procedencia no supieron aprovechar (se sospecha que pretendían cambiarlo por droga).

Los hechos tuvieron lugar sobre las 17.50 horas del miércoles, cuando una patrulla de la Policía Nacional que efectuaba labores de prevención en el citado poblado avistó a los dos individuos, ‘fichados’ por diversos actos delictivos. A continuación, tras asegurarse de que los identificados carecían de tickets de compra y comprobar que todo apuntaba a que los quesos, los jamones y los perfumes habían sido robados, los agentes se dirigieron a varios supermercados de la ciudad. En uno de la calle Fernández Villaverde y en otro de Echegaray (muy cerca del lugar de la identificación) indicaron que los artículos les pertenecían, por lo que se ataron los cabos. La Policía imputó los hurtos a los identificados y devolvió los objetos robados a sus propietarios.

Gamberrada

El siguiente episodio, que se registró sobre las seis de la madrugada del día siguiente, tuvo como protagonistas a un grupo de vándalos que decidieron romper los espejos retrovisores de los vehículos que permanecían estacionados en la calle Cruz Roja. La intervención, que surgió de la colaboración entre la Policía Nacional, la Policía Local e incluso un guardia civil que estaba fuera de servicio, concluyó con el arresto de uno de los autores de los hechos. Fueron los agentes municipales los que disuadieron a los gamberros, que huyeron en todas direcciones. Uno de los guardias del Concello logró localizar a un rezagado que se había escondido entre los coches, y ambos cayeron al suelo. En ese instante volvió a emprender la fuga hacia el puente de Os Tirantes, en cuyas inmediaciones (en la avenida de Buenos Aires) fue arrestado con la colaboración de los citados miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La siguiente intervención de los agentes tuvo lugar apenas tres horas después. En este caso, los hechos condujeron al esclarecimiento del robo de una pequeña joyería ubicada en la plaza Méndez Núñez que se perpetró en la madrugada del 23 al 24 de marzo. Los funcionarios, tras múltiples gestiones en las diferentes casas de compra venta de joyas de Pontevedra, consiguieron localizar algunos de los objetos que habían sido sustraídos aquella noche. Los detenidos, un hombre y una mujer con un amplio historial delictivo, se habían llevado dos sortijas, tres pulseras, siete cruces y pendientes, medallas y cadenas de oro del establecimiento comercial. Algunos de ellos fueron devueltos a su propietario, aunque no todos: el protocolo de los negocios de compra de oro es mantener sus adquisiciones en depósito durante quince días, a partir de los cuales puede disponer de ellos, bien para su reventa, bien para su fundición.

Los detenidos fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales durante la tarde de ayer. El siguiente de los sucesos fue el que ya relató ayer este periódico, que tuvo lugar en la tienda de Pull and Bear y que concluyó con el arresto por parte de la Policía Local, con el apoyo de un guardia civil fuera de servicio y de algunos viandantes, de un joven rumano que acababa de robar en la tienda de ropa (su cómplice logró huir).

Ya por la tarde, sobre las 20.00 horas, agentes de la Comisaría Provincial identificaron a otras dos mujeres, también de nacionalidad rumana, por el hurto de un frasco de perfume y cuatro máscaras de pestañas en otra tienda de Benito Corbal. Los empleados de la droguería las sorprendieron cuando salían del local (saltaron las alarmas) y los policías lograron interceptarlas tras una persecución que concluyó en la calle Michelena. Los objetos robados alcanzaron un valor de 87 euros, por lo que se les imputó una falta de hurto.

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