Aunque no suele entrar en las acusaciones que arroja la oposición sobre su gestión fuera de las sesiones plenarias, este martes hizo una importante excepción. La antesala de las elecciones no es nada propicia para dar la callada por respuesta y muchos menos para alimentar sospechas.
Con documentación en mano y escasas 24 horas después de que el PP le acusara de ordenar unas obras de reparación en la plaza de Barcelos sin adjudicar el oportuno contrato, el concejal de Facenda, Raimundo González, compareció así en las dependencias municipales para negar la mayor y afirmar que los trabajos no solo cumplen ''estrictamente a legalidade'', sino que se ajustan al milímetro al decreto de emergencia aprobado en enero por el Gobierno local para reparar los desperfectos causados por el primer temporal de 2011.
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