“Perdí un año y nueve meses de mi vida en la cárcel por una mentira”

Una sentencia del Juzgado de lo Penal número 14 de Valencia condenó al ciudadano rumano Iulian Gheorghe Ichim, residente legal en España, a un año y nueve meses de prisión como autor de un delito contra la integridad moral, dos de amenazas y uno de maltrato psicológico por supuestamente acosar e intimidar a su mujer cuando ya no vivían juntos. Después de cumplir íntegramente la pena, el martes 14 de mayo salió del centro penintenciario de A Lama con una mano delante y otra detrás. Cuando entró en prisión, lo perdió todo y ahora se encuentra solo en Pontevedra, sin medios y desesperado por demostrar a todos que fue condenado por una mentira intencionada de su antigua pareja y su hija.

"Me destrozaron la vida, perdí un año y nueve meses en la cárcel por una mentira, es una injusticia. ¿Cómo es posible que me condenaran si no había pruebas? Yo no soy ningún delincuente", relata Iulian Gheorghe.

A sus 44 años, y con un historial de varias décadas trabajando como militar y policía en su país, se siente totalmente desprotegido por las autoridades españolas y asegura: "ya sé que es ilegal, pero vendería un riñón para poder irme a Rumanía con mi hijo". Además, está solo en Pontevedra, pues toda la gente a la que conocía en España reside en Valencia o se volvió a su país y "en la cárcel no hice amigos, no es una institución para hacer amigos".

El tiempo que estuvo privado de libertad lo invirtió en escribir cartas e instancias a los directores de las dos prisiones de las que nunca recibió respuesta y en pedir inútilmente al ministro de Justicia la revisión de su caso porque "fui condenado con irregularidades y contradicciones, no se ponían de acuerdo ni en el día en que supuestamente le puse un cuchillo en el cuello". "Si es verdad, ¿cómo puedes olvidar eso?", se pregunta.

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