Uno de los sucesos que causó más revuelo en los últimos meses en la sociedad pontevedresa, el arresto del conocido exentrenador de fútbol Rafael ‘Chito’ Lavía por un supuesto caso de abusos sexuales a menores, llega el jueves a la Audiencia Provincial de Pontevedra. Será el tribunal de la Sección Segunda, que preside José Juan Barreiro, el que decida sobre unos hechos cuyos elementos de prueba se sustentarán, previsiblemente, en la declaración de las dos presuntas víctimas. La Fiscalía Provincial solicita una pena de ocho años y medio de cárcel, al considerarle autor de un delito continuado de abusos sexuales a menores de 13 años.
El escrito de acusación elaborado por el Ministerio Público señala que el acusado llevó a su casa a dos menores con el pretexto de mostrarles objetos relacionados con el fútbol para, una vez allí, abusar de ellos. Algunas fuentes hablan de la posibilidad de que los actos que allí pudieron suceder fuesen consentidos, aunque este matiz, en el caso de que fuese cierto, tiene escaso valor al tratarse de presuntas víctimas de tan corta edad.
Los indicios
Uno de los indicios que llevó al juez a dictar la orden de prisión incondicional para el exentrenador de fútbol en las horas siguientes a su detención (además de la declaración de las víctimas) es la declaración de testigos que, si bien no presenciales, sí observaron conductas sospechosas entre ‘Chito’ y menores e incluso llegaron a escuchar ruidos extraños procedentes de un trastero de un inmueble de la calle Cruz Vermella. Era en ese lugar donde mantenía los encuentros con los niños que, según parece, eran habituales desde hacía tiempo.
Los dos menores, ambos de nacionalidad rumana, repitieron en sede judicial y en presencia del fiscal del caso, Augusto Santaló, su declaración inculpatoria contra Lavía, que ya habían vertido con anterioridad en las dependencias de la Comisaría Provincial de Joaquín Costa.
Un pasado ligado al fútbol
Rafael Lavía es un personaje muy conocido en ciertos ambientes de Pontevedra, y no solo por su trabajo en una sastrería de la zona monumental de la ciudad. ‘Chito’ fue entrenador de varios equipos de fútbol en categorías de formación, donde tuvo un estrecho contacto con menores de edad. Su historia comenzó cuando, con 16 años, sufrió una grave lesión. Un año más tarde se inició en la formación de futbolistas.
Sus allegados se mostraron sorprendidos en el momento en el que tuvieron constancia de la noticia del arresto de ‘Chito’. Entre ellos dio la cara su hermana, la dirigente vecinal Pilar Lavía, que declaró sentirse «disgustada; nunca supe nada, pero el que las hace las paga».
