Un grupo de pontevedreses, compuesto por particulares y protectoras de animales, ha iniciado una protesta en contra de las multas por perros sueltos, sin bozal o que realizan sus necesidades en los parques, ya que, según indican, están siendo excesivas desde el pasado fin de semana.
El colectivo, que está llevando a cabo la movilización a través de las redes sociales, denuncia que las multas dirigidas a los dueños de las mascotas por parte de la Policía están siendo muy numerosas y restrictivas desde hace unos días, ya que según declaró ayer un miembro de este grupo, David Rivadulla, las «visitas» a los parques por parte de la Policía son diarias en zonas como la Illa das Esculturas, la Alameda y Campolongo.
El grupo, compuesto por unos 50 miembros en la plataforma de Facebook, también reivindica que se habiliten dos o tres zonas específicas en la ciudad para poder soltar a sus mascotas y jugar con ellas libremente. Argumenta que en Pontevedra solo hay un espacio disponible para este fin (la marisma de Alba), que «no está debidamente acondicionado», según afirmó ayer Rivadulla: «son cuatro metros cuadrados, sin luz, y está apartado». Añade que «las condiciones allí son insalubres para las mascotas, ya que no cuidan el terreno y la hierba está muy alta, siendo un foco de parásitos para los perros».
Otro aspecto con el que está en desacuerdo el colectivo es con que los agentes de la Policía Local están multando de «incógnito» vestidos de «paisano». Este hecho hace que estos usuarios se sientan «cohibidos». Según indicó Rivadulla, «vas paseando a tu perro por el parque y te sientes un delincuente, como si estuvieses haciendo algo malo».
Según indicó ayer Rivadulla, si la situación continúa, el colectivo a favor de los canes pensará en una manifestación pública.
La versión policial
El portavoz de la Policía Local, Manuel Omil, indicó que este tipo de campañas de vigilancia se pusieron en marcha hace mucho tiempo, no solo desde hace dos semanas, y tienen el objetivo de garantizar la «convivencia ciudadana», aunque sí es cierto que «en las dos últimas semanas se ha llevado a cabo una campaña específica, que se suele realizar de dos a cuatro veces al año».
Esta iniciativa, como señaló el portavoz de la Policía, se realiza para garantizar que los perros cuentan con las condiciones reglamentarias (correa, bozal y chip) y que los amos no abandonan los excrementos en lugares públicos. Asimismo, afirmó que los agentes pueden hacer estas labores «vestidos con uniforme o de paisano», ya que ambas son legítimas.
Además, aseguró que «si se trata de una campaña específica, los agentes pueden acudir a los parques por la mañana y por la tarde», añadiendo que «la Policía puede hacer controles esporádicos en cualquier momento».