Fervor en el Corpus de Pontevedra

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Tradición y fervor religioso. Son las palabras que mejor definen la festividad del Santísimo Sacramento en Pontevedra. Precisamente la tradición marcó la agenda de los fieles que este año asistieron a la misa del Corpus Christi en la Real Basílica de Santa María La Mayor. Es desde este templo desde el que sale la procesión del Santísimo los años impares, mientras que los pares la misa y la comitiva religiosa parte desde la iglesia de San Bartolomé.

Una hora antes del acto litúrgico en Santa María, al que asistieron cientos de personas, la Corporación municipal cumplió con otro de los ritos de la jornada festiva: tomar aguardiente y pan de maíz siguiendo la tradición ancestral que conserva el Gremio de Mareantes. No faltó nadie a la cita. El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores; la concejala de Urbanismo, Teresa Casal; y el líder del Partido Popular pontevedrés, Telmo Martín, entre otras personalidades de la clase política local, cumplieron con la degustación de los productos.

Hubo ciertas reservas por las horas, porque el ‘desayuno’ previo al traslado de las imágenes que se veneran en la capilla de San Roque (San Miguel, San Telmo y San Roque) a la Basílica de Santa María tuvo lugar minutos después de las diez de la mañana. Tras emular el ritual que realizaban los marineros del arrabal de A Moureira, los representantes de la Corporación municipal asistieron a la Misa Jubilar Interparroquial de Corpus Christi en la basílica de Santa María. Sacerdotes, religiosos, asociaciones eucarísticas, autoridades y cientos de fieles de las distintas parroquias de la ciudad asistieron a una de los actos asistieron en el interior de la iglesia a una misa solemne.

Procesión

Después del acto litúrgico, una multitud de fieles arroparon la procesión de sus santos por las calles de Pontevedra. La comitiva, que partió desde la avenida de Santa María, continuó su recorrido por las calles Dona Tareixa, Don Filiberto, Manuel Quiroga, Soportales, Praza da Ferrería (donde tuvo lugar un acto de carácter eucarístico), Paseo de Antonio Odriozola, Pasantería y Sarmiento y finalizó en la iglesia de San Bartolomé. Fue aquí donde se impartió la bendición con el Santísimo.

Varios niños y niñas de distintas parroquias recibieron también la Primera Comunión durante la pasada jornada en el que La Nao, portada por varios marineros de la Escuela Naval de Marín, abrió la comitiva en la que figuraban las imágenes de San Miguel, San Telmo, San Roque, San Julián, San Sebastián y la Virgen Blanca.

La música fue otro de los acompañantes durante la procesión y durante toda la jornada. Pero el teatro tuvo también su momento de protagonismo con la representación de la obra ‘El gran teatro del mundo’ a cargo del grupo Arume. Al evento, celebrado en el atrio de la basílica de Santa María La Mayor, acudieron decenas de personas.

El párroco de Santa María La Mayor, Jaime Vaamonde Souto, aprovechó la jornada para recordar el esplendor de la celebración. «Celebramos también este domingo como día de caridad. Y es que la presencia sacramental del Cuerpo de Cristo es el símbolo visible del amor más grande que puede crecer en nuestro mundo», recalcó.

El sacerdote no se olvidó tampoco de los que más sufren, a los que les dedicó unas palabras. «Como todos los años, este día de Corpus es también día del amor fraternos. Una vez más Cáritas puede ser instrumento para hacer llegar nuestra solidaridad y ayuda a los necesitados; a los nuevos pobres de nuestra sociedad, los pobres materiales; muchos inmigrantes, peregrinos errantes por culpa de las guerras, de la falta de trabajo de aquí y en toros países; y también los pobres espirituales, los ancianos solos, los jóvenes sin ilusiones ni aspiraciones de nada», concluyó Vaamonde Souto.

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