El área sanitaria de Pontevedra registra cada año cerca de 200 nuevos diagnósticos de cáncer de pulmón, el tercer tumor más tratado en los hospitales del municipio. La cifra se ha disparado en los últimos años y, según los expertos, podría seguir escalando puestos hasta convertir este tipo de cáncer en el segundo más extendido entre la población. «Sin duda, por el tabaco y como efecto de la época en la que consumía de forma masiva», explicó ayer el jefe de Oncoloxía del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHOP), Manuel Constenla.
La prevalencia de pacientes que sufren esta enfermedad sigue siendo masculina, pero las mujeres «se están acercando» en el número de diagnósticos. De hecho, en algunos países las féminas ya sufren más tumores de pulmón que de mama y en otros territorios ya superan a los hombres en tasa de incidencia. «En España todavía predomina el varón, pero el crecimiento de este cáncer en las mujeres ha sido extraordinario, sobre todo desde que se disparó el consumo de tabaco a finales del siglo pasado», precisó Constenla.
Las cifras trascendieron a colación de la XV reunión del Grupo Galego de Cancro Pulmón (CGCP), celebrada ayer en el Parador bajo la organización del servicio de Oncoloxía del CHOP y el propio grupo con motivo del Día Mundial del Cáncer de Pulmón (que se celebrará el próximo lunes).
El acto trajo a la ciudad capitalina a 75 especialistas sanitarios que evaluaron las últimas novedades en los tratamientos y las opciones que hay disponibles para implementar nuevas técnicas en los hospitales gallegos.
Durante los últimos cinco años la biología molecular ha permitido identificar algunas variedades de cáncer de pulmón y desarrollar tratamientos específicos con un importante índice de éxito. El problema es que solo un reducido porcentaje de los pacientes presentan esas «alteraciones o mutaciones moleculares», por lo que solo una pequeña parte de los enfermos «se benefician notablemente de fármacos novedosos». Estos son, «habitualmente», pacientes no fumadores.
Métodos y causas
Por el contrario, cerca del 80% de los casos todavía son tratados de forma convencional, «sobre todo en fases avanzadas», y carecen de «un tratamiento básico que lo cure». La supervivencia del paciente depende en gran medida del estado en el que sea diagnosticado y de la eficacia de las técnicas aplicadas: «Cuando son fases iniciales, que son operables, las tasas de curación son muy altas y se pueden curar unos ocho de cada diez casos. También ha habido progresos en la radioterapia y se consiguen supervivientes a largo plazo, pero cuando está extendido y tiene metástasis no hay curación», precisó el oncólogo.
«Aunque pueda parecer un tópico», la primera de las causas ligadas a este tipo de tumores es el consumo de tabaco. No existe una regla que permita saber las probabilidades que tiene un fumador de sufrir la enfermedad, «pero estudios de todo tipo» han constatado que tiene más probabilidades de sufrir cáncer. Solo algunas personas fumadoras «parece que metabolizan el tabaco» y no llegan a desarrollar la enfermedad pese a consumir grandes cantidades de tabaco y tener antecedentes en la familia.
Por otro lado, investigadores gallegos estudian la influencia que puede tener el gas radón, «un agente que se produce en las rocas graníticas, que a veces se concentra en los sótanos de viviendas y que se piensa que puede tener cierta relación con este tema».
En cuanto a los síntomas, los más comunes son de carácter respiratorio, «como el típico catarro que no se cura o el sangrado».
Estudios
Unos y otros temas fueron abordados en la reunión del CGCP, que continuará mañana con las jornadas en el mismo emplazamiento. Una de las intervenciones más esperadas es la del jefe de servicio del Hospital Puerta del Hierro de Madrid, Mariano Provencio Pulla, que abordará «la integración del laboratorio en la práctica asistencial».
El Grupo fue creado en 1998 y ya ha desarrollado 60 estudios (sobre todo de casos avanzados), en los que participaron más de 500 pacientes.