Quejas vecinales por el uso de una calle como cuadra para caballos de rejoneo

Dicen que están hartos de soportar un «pestilente» problema que se repite todos los años en la fiesta taurina de A Peregrina. Los residentes en el entorno de la Plaza de Toros se quejan de la utilización de la calle Nostramo Lourido como establo para los caballos de rejoneo.

La asociación San Roque insta al Concello a prohibir, en las próximas citas taurinas, el corte del vial. «No tenemos nada en contra del espectáculo de los toros, pero sí contra la situación que viene repitiéndose año tras año fuera de la plaza», señala el presidente del colectivo vecinal, Sabino Martínez. «No puede cortarse una calle para convertirla en una cuadra, con tres tráileres de trasporte de caballos con media docena de animales en cada uno de ellos».

Miembros de la agrupación vecinal aportan a esta queja fotografías en las que, además de poder ver los vehículos (enormes establos móviles), se puede comprobar que la calle está ocupada por un camión desde el que se introducen los astados de lidia en los toriles de la plaza.

«No puede ser que tengamos que soportar esta situación. Deberían hacer como antiguamente, cuando metían los caballos de rejoneo dentro de la Plaza de Toros. No se puede convertir una calle del barrio en una cuadra», apostilla Sabino Martínez.

Añade que «con el calor que suele hacer en agosto los camiones de ganado desprenden un tufo repugnante. No se puede consentir el aparcamiento de los tráileres a la altura de una casa de preparación de comidas».

El portavoz de la asociación San Roque recuerda que «la normativa municipal para carga y descarga establece un horario que hay que cumplir. No autoriza a aparcar en medio de la calle un camión cargado durante ocho o diez horas». Entiende que para evitar estas molestias «lo ideal sería que los camiones llegasen a la plaza de toros una hora antes del comienzo de la corrida».

Sabino Martínez precisa que la entidad vecinal no se pronuncia en la polémica sobre las propuestas para la abolición de la fiesta taurina. «El que no quiera ir, que no vaya, porque no somos quien para oponernos a los toros. Se trata de un espectáculo más que se rige por sus normas».

«Yo hace cuatro años que no asisto a las corridas de toros porque vi todo lo que tenía que ver, ya que los hermanos Dominguín ya no vuelven a torear».

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