Un vecino de Pontevedra ha tratado de librarse de una multa de cien euros por aparcar mal en la calle Nicomedes Pastor Díaz, al lado de la Delegación de Defensa, utilizando como argumento que la leyenda de la señal de tráfico que regula el estacionamiento en la zona estaba escrita en gallego. La reclamación que el afectado realizó ante los tribunales, a los que reclamaba la anulación de la sanción impuesta por la Policía Local, acaba de ser desestimada.
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Pontevedra no acepta la argumentación del denunciante, que alegó «indefensión» ante el uso del gallego. «Resulta obvio que el recurrente pudo comprender el mandato contenido en la señal vertical y horizontal, que prohiben estacionar el vehículo en el lugar y hora donde se cometió la infracción, pues las líneas amarillas en la calzada expresan claramente una prohibición de estacionamiento. Y aún desconociendo la lengua gallega, el disco circular de la señal vertical expresa una grafía universal de prohibición de estacionar y parar que debe ser conocida por cualquier conductor, español o extranjero», expone en su sentencia, que es firme, el citado tribunal.
Para todos
La misma resolución advierte de que las leyendas de las señales de tráfico también deben estar escritas en castellano, que «no se ha producido una omisión total y absoluta del procedimiento legalmente establecido, y tampoco le ha generado indefensión alguna al conductor infractor, pues las señales verticales y horizontales resultan fácilmente visibles y son de comprensión general incluso para un extranjero».
Esta no es la primera vez que el Concello se enfrenta a la demanda de un conductor porque las señales estén en gallego. En 2010, un vecino recurrió una multa por estacionar en zona de carga y descarga y la sanción correspondiente por traslado del coche por parte de la grúa. El juez dio por bueno el argumento lingüístico del denunciante, al que se le anuló la infracción.
