San Benitiño reza y se alimenta

Bañistas y comensales compartieron ayer la playa fluvial de Monte Porreiro, donde se desarrolló la degustación de mejillones y empanada. javier cervera-mercadillo
photo_camera Bañistas y comensales compartieron ayer la playa fluvial de Monte Porreiro, donde se desarrolló la degustación de mejillones y empanada. javier cervera-mercadillo

Caminata, comida, chapuzón y rezos fueron las actividades que realizaron ayer numerosos pontevedreses y visitantes en una jornada festiva en la que renovaron su devoción al santo ‘máis milagreiro’.

El buen tiempo se alió con San Benitiño en su día grande, el de la tradicional romería en la que el santo que se venera en Lérez invitó (a través del Concello) a degustar empanada y mejillones. Además de la oferta gastronómica, en esta jornada destacó la completa programación de oficios litúrgicos que se sucedieron durante todo el día en la parroquia que dirige Crisanto Rial López.

Así, fueron dos los centros de peregrinación que reunieron a los romeros: la playa fluvial de Monte Porreiro, donde estuvo situada la carpa que visitaron cientos de comensales para dar buena cuenta de las empanadas y de los bivalvos, y el monasterio del Divino Salvador, donde los creyentes asistieron a los actos eucarísticos que oficiaron distintos sacerdotes de parroquias de la comarca, desde las siete de la mañana hasta última hora de la tarde.

Doble peregrinación

Muchas personas efectuaron la doble peregrinación, es decir, participaron en la degustación de los mil kilos de mejillones y de las 250 empanadas y, además, rezaron a San Benitiño, al que la tradición religiosa le atribuye la facultad divina de curar las dolencias de carácter dermatológico mediante distintos rituales. El remedio más utilizado consiste en adquirir el aceite bendecido que se quema en el monasterio y aplicarlo en la zona afectada durante varios días.

El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y la concejala de Festas, Carme da Silva, constataron el acierto de mantener la playa fluvial como el epicentro gastronómico de la romería de San Benitiño, a pesar de la reapertura de los salones del Lérez, en los que tradicionalmente se venía desarrollando la degustación hasta que fue cerrado por motivos de seguridad, a causa de las obras para la construcción del túnel por el que pasará el AVE.

La finalización de los trabajos que acometió el Ministerio de Fomento permitió reabrir el acceso a las márgenes fluviales y recuperar una antigua tradición: la travesía en barco por el Lérez. Los devotos del santo ‘máis milagreiro’ volvieron a cruzar el río desde la orilla situada en Monte Porreiro hasta el embarcadero del otro lado del cauce fluvial, desde el que tuvieron que efectuar una caminata monte arriba para alcanzar el atrio del monasterio del Divino Salvador.

El trayecto en barco permanecía suspendido desde hace varios años. El Ministerio de Fomento utilizó los salones del Lérez, anexos a la playa fluvial de Monte Porreiro, para acumular el material que empleó en la construcción del viaducto.

La peregrinación gastronómica estuvo amenizada por las actuaciones de varios grupos folclóricos, que salieron a las 10.30 horas desde la Casa Consistorial para llegar, al son de la gaita, hasta el arenal de Monte Porreiro, donde los grupos Gaiteiros das Rías Baixas, Aturuxo Pequeno y Pousos da Area interpretaron algunas piezas de música tradicional. La orquesta Salsa Costa actuó en la verbena que tuvo lugar en el atrio parroquial, cuyo acceso estaba repleto de puestos de venta de diferentes artículos y de ‘pulpeiros’.

Agentes de las policías Local y Nacional reforzaron su presencia en la romería para garantizar que se celebrara sin incidencias y que los numerosos vecinos que se acercaron al recinto religioso y a la playa fluvial no se convirtieran en víctimas de los carteristas.

Rituales y ofrendas para curar los males de la piel

Los romeros que se desplazaron ayer hasta el monasterio de Lérez para pedir a San Benitiño que les ayude con el milagroso don que le atribuye la tradición cristiana, curar los males que afectan a la piel, efectuaron ofrendas de agradecimiento y de devoción al ‘milagreiro’. En la relación de artículos que entregaron a los voluntarios que atendieron el salón parroquial destacaban las botellas de aceite, los huevos, los exvotos (figuras de cera) y varios gallos y gallinas.

Con sus rezos los creyentes apelaron con fervor a San Benitiño para que les liberase de los eccemas y de las antiestéticas verrugas.

Los devotos efectuaron sus oraciones en los oficios litúrgicos que se desarrollaron en el templo benedictino a partir de las siete de la mañana y que se sucedieron cada 45 minutos, hasta la una de la tarde, cuando se celebró la misa principal de la jornada, tras la que los feligreses sacaron en procesión la imagen del ‘milagreiro’. Al finalizar el recorrido, la Banda de Música de Pontevedra ofreció un concierto en el atrio parroquial.

Además de rezar y de efectuar sus ofrendas, los devotos recogieron el aceite quemado y bendecido con el que ungirán la zona de la piel afectada y realizaron varios rituales, entre los que figura pasar varias veces bajo al altar en el que se venera una imagen de San Benitiño y frotar el rostro de la figura religiosa con un pañuelo para, a continuación, enjugar con él la parte de la piel que se pretende curar. Estos ritos iban acompañados de donativos.

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