Sanidade dice que el traslado a Santiago beneficia al paciente "de xeito inequívoco"

PONTEVEDRA. Cinco meses después de ejecutarse los primeros traslados de algunas especialidades al Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), el Servizo Galego de Saúde asegura que la medida no solo es positiva, sino que beneficia «asistencialmente aos pacientes de xeito inequívoco».

La administración sanitaria rechaza los perjuicios que, según sindicatos, pacientes y personal sanitario, causa la nueva reordenación del mapa sanitario, la cual obliga a cerca de 300.000 pacientes adscritos al área Norte de la provincia a desplazarse a la capital gallega en lugar de a Vigo, donde se prestaban todas las especialidades no contempladas en la cartera de servicios de Pontevedra y O Salnés.

Los argumentos que utiliza se desprenden de una reunión celebrada recientemente por la Comisión Asistencial do Complexo Hospitalario de Pontevedra (CHOP), un órgano de representación que eligen los profesionales sanitarios y que está integrado por jefes de servicio y de sección, personal de enfermería y empleados públicos no sanitarios.

Según estos, el traslado de las especialidades que se puso en marcha en septiembre de 2013 afectó a un pequeño porcentaje de «patoloxías concretas» y tuvo un funcionamiento «satisfactorio», tanto desde el punto de vista científico-técnico como desde el punto de vista de asistencia sanitaria, «sen merma para a calidade do servizo».

Las intervenciones derivadas pertenecen a las especialidades que ha dado a conocer la Consellería de Sanidade, esto es, Cirurxía Pediátrica, Cirurxía Plástica e Reparadora y Cirurxía Torácica, cuyas listas de espera han bajado tanto en Santiago como en Vigo durante el último trimestre.

Sin embargo, la comisión de expertos no hace referencia a la evolución de los tiempos de Cirurxía Cardíaca, la primera especialidad en ser derivada al CHUS en abril de 2012 y que, según los últimos datos, ha duplicado sus listas de espera tras la absorción de pacientes de Pontevedra, pasando de una media de 26,7 días para entrar en quirófano a una de 56,8.

Dicho reajuste propició un efecto contrario en las listas de espera del hospital de Vigo para esa misma especialidad, que ahora mismo es de 38,2 días, aunque la administración sanitaria tampoco se pronuncia a este respecto en el comunicado enviado ayer por responsables de la Xerencia Integrada de Pontevedra y O Salnés.

Debate ficticio

En base a este análisis «pormenorizado»de los integrantes de la comisión del CHOP, el Servizo Galego de Saúde muestra su «perplexidade» por la oposición mostrada por los detractores de la reordenación sanitaria. Incluso tilda como «debate ficticio» el cruce de declaraciones que ha trascendido a la opinión pública durante las últimas semanas por parte de «diversos colectivos da comarca».

El departamento autonómico insiste en que el traslado está siendo beneficioso para los pacientes y que, por ello, seguirá actuando en la misma dirección, «traballando para garantir a equidade, a accesibilidade, a continuidade, a calidade e a seguridade dunhas prestacións sanitarias públicas centradas na atención integral aos pacientes».

Además, subraya el beneplácito de los profesionales sanitarios y la puesta en marcha de la Lei de Garantías de Prestacións Sanitarias, que permitirá elegir médico, enfermería y cualquier hospital del Sergas para ser atendido. «A lei incorpora a libre elección e inclúe os compromisos de garantía de tempos de espera, das instrucións previas e de que os cidadáns poidan dispoñer da mellor información que precisan para adoptar as súas decisións con total liberdade», reza el escrito.

Viacrucis

La postura del Sergas trascendió casi en el mismo instante en el que una treintena de directivos de las asociaciones de la federación Castelao salían de Monte Carrasco para simular un viacrucis, como símbolo del calvario que están sufriendo los pontevedreses en materia sanitaria.

Provistos de carteles y cruces de madera, los manifestantes se reunieron a las 11.00 de la mañana en los terrenos donde está proyectado el futuro hospital, un conjunto de fincas invadidas por la maleza que siguen a la espera de avances en firme por parte del Gobierno gallego.

Encabezados por el presidente de la federación, Verísimo Pazos, y respaldados por el portavoz de la plataforma SOS Sanidade Pública, Manuel Martín, los vecinos recorrieron a pie los casi tres kilómetros que separan Monte Carrasco de Montecelo, haciendo paradas estratégicas para plantar catorce cruces con lemas reivindicativos.

La marcha finalizó con la lectura de un manifiesto en contra de los recortes en sanidad, la demora del hospital único, la segregación del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés y el traslado de pacientes a Santiago, el auténtico detonante de la protesta.

Tampoco faltaron críticas al copago de fármacos, la reducción del personal sanitario y a la propia pasividad de la ciudadanía «que di que non se pode facer nada». «Con independencia da cor política ou relixión podemos saír á rúa e dicirlle aos que nos gobernan que basta xa!. Se en vez de ser 10.000 ou 20.000 somos 100.0000 empezarán a ternos en conta», subrayó el presidente de la federación.

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