Sospechan que el detenido por revelar radares a través de WhatsApp es un agente de la Comandancia

La detención en las últimas horas de un pontevedrés por un supuesto delito de revelación de secretos tras distribuir a través de WhatsApp los turnos de trabajo de agentes de la Guardia Civil de Tráfico ha revelado la existencia de una persona del Instituto Armado pontevedrés (se supone que adscrito a la Comandancia) que puso en conocimiento de la población en general los citados turnos de trabajo, con datos personales de los agentes e incluso los puntos y los horarios en los que tenían previsto instalar los controles en las carreteras pontevedresas.

La persona que fue denunciada en un primer momento (a la que, según pudo saber este periódico, podría seguir una segunda) no tendría, en principio, responsabilidades graves más allá de la distribución de un material que, a su vez, le llegó a través del conocido servicio de mensajería instantánea.

Mucho más complicado parece el seguimiento de los documentos relevados ilícitamente para dar con el autor del delito (que, en este caso sí, sería más grave). Ello es así porque el mensaje inicial que trasladó la información de los turnos de trabajo de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico habría llegado al grupo de WhatsApp cuyo miembro fue detenido a través de otro sistema de mensajería cuyo rastreo, a efectos de identificación, es prácticamente imposible a través de las técnicas existentes a día de hoy.

En todo caso, hay que señalar que la transmisión a través de estos grupos de fotografías de vehículos policiales en un control no es en sí mismo una actividad delictiva. Sí lo es, como parece que ha ocurrido en este caso, cuando se revelan datos personales de los agentes y de la distribución horaria de su trabajo.

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