Trabajadores de Crespo protestan ante la sede de la empresa constructora

La plantilla de Construcciones Crespo ha iniciado hoy el programa de movilizaciones acordado en la asamblea que celebró el pasado viernes para protestar por la intención de la dirección de liquidar la empresa. Un grupo formado por una veintena de trabajadores se concentró durante esta mañana ante la sede de la firma, en el número 45 de la Rúa do Gorgullón, donde desplegaron la pancarta con el lema ‘Construcciones Crespo en loita. Na defensa dos postos de traballo’.

En este sentido, la liquidación de Construcciones Crespo dejaría en la calle a 90 obreros con contrato de carácter fijo indefinido, con una media de edad que supera los 45 años y cuya antigüedad en la empresa se sitúa entre los 25 y los 30 años.

La empresa se encuentra sometida a un concurso de acreedores y, según expuso el representante sindical de la CIG, Xaquín Agulla, los trabajadores se encuentran a la espera de los ritmos que marque el Juzgado de lo Mercantil para iniciar la huelga de media jornada prevista para cuatro miércoles consecutivos, que representa un total de dos días de paro en los que los trabajadores no acudirán a sus puestos de trabajo.

El sindicato nacionalista baraja las fechas del 21 o del 28 de mayo para iniciar el paro. «Non queremos gravar os traballadores pero intentamos que teña a máxima repercusión posible. Por iso escollimos os mércores, que cortan a semana», precisó Agulla.

Premeditación

Según los trabajadores, la decisión de la constructora de liquidar la empresa «é tan precipitada como premeditada» porque «non ten en conta o criterio nin a opinión dos empregados, que son os principales afectados». Además, entienden que la firma tenía tomada la decisión de echar el cierre «desde hai moito tempo» y que «por iso entraron en concurso de acreedores, cun total desprezo da plantilla que non estamos dispostos a consentir».

La plantilla entiende que la carga de trabajo de la empresa puede evitar su liquidación pero, desde los sindicatos, añaden que la faltade interlocución con la dirección «é unha falta de tacto por parte do empresario».

Los operarios también creen que las deudas contraidas por la empresa con las entidades bancarias «son perfectamente asumibles, porque son mínimas» y, además, «hai moita obra por executar».

Según argumentaron, la constructora declaró recientemente un superávit de medio millón de euros y tiene obra programada por un valor de tres millones.

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